Uno de los expertos líderes británicos en salud mental ha aconsejado a los padres que rechacen años de convencionalismo y permitan a sus hijos dormir en cama con ellos hasta la edad de cinco años.
Margot Sunderland directora de educación del Centro de Salud Mental para Niños en Londres, dice que esta práctica conocida como “colecho”, hace que los niños crezcan como adultos calmados y saludables.
Sunderland, autora de 20 libros, subraya su consejo en “La ciencia de la paternidad” que será publicado a finales del mes.
Ella está tan segura de sus hallazgos en este nuevo libro, basado en 800 estudios científicos, que ella está haciendo un llamado a los visitantes de salud para que hagan artículos con hechos sobre como educar a los papás en el tema de “colecho”.
“Estos estudios deberían ser diseminados ampliamente a los padres”, dice Sunderland. “Yo simpatizo con los gurús de la crianza – por qué deberían conocer la ciencia? Noventa porciento de estos son tan novatos que ellos deberían saber esto ahora. No hay absolutamente ningún estudio que diga que es bueno dejar llorar a los niños.
Ella argumenta que tal práctica, común en la Gran Bretaña de entrenar a los niños a dormir solos desde las primeras semanaas de nacido es dañino, por que cualquier separación de losp adres incremente el nivel de hormonas del estrés como el cortisol.
Sus estudios están basados en avances en el entendimiento científico desde hace 20 años de cómo el cerebro de los niños se desarrolla. Y otros estusio usando escaners par analizar como ellos reaccionan en particulares circunstancias.
Por ejemplo, un estudio neurológico de hace tres años, muestra que un niño separado de alguno de sus padres experimenta una actividad cerebral similar al dolor físico.
Sunderlando también cree que esta práctica tan concurrida está basada en actitudes sociales que deben ser abandonadas. “Hay un tabú en este país acerca de que los niños deben dormir con sus padres”, ella dice.
“Lo que yo he hecho en este libro es presentar la ciencia. Estudios de todo el mundo muestran que el colecho, hasta la edad de los cinco año es una inversión para el niño” Ellos pueden experimentar la ansiedad por la separación hasta la edad de los cinco años y más llás, lo cual les puede afectar más tarde en la vida. Esto es calmado por el colecho”.
Los síntomas también pueden ser físicos. Sunderlan cita un estudio que encontró que el 70% de las mujeres que no han sido confortadas cuando ellas lloraban de niñas desarrollaron dificultades digestivas siendo adultas.
El libro de Sunderland la pone al nivel de la ampliamente leída gurú de la crianza Gina Ford, cuyos consejos son seguidos por miles.
Ford aboga por el establecimiento de rutinas de dormir para bebés desde una temprana edad “lejos del resto de la familia” y enseña a los bebés a “dormir sin asistencia de los adultos”.
En su libro. “The complete sleep guide for contented babies and toddlers”; ella escribe que los padres necesitan tiempo para ellos. “Compartir cama… muy a menudo lleva a los padres a dormir en cuartos separados” y madres exhaustas, una situacinón que pone enorme presión en la familia como un todo.”
Anette Mountford, jefe ejecutivo de la organización de crianza Famili Links, confiró que la norma para los niños en Gran Bretaña era la de animarlos a dormir en cunas y camas, a menudo en cuartos separados, desde temprana edad. “Los padres necesitan su espacio”, ella dice. “Hay beneficios definitivos al animar a los niños a dormir en su propia rutina y su propio espacio.”
Sunderland dice que poner a los niños en sus propias camas desde las pocas semanas de nacido, aun cuando estos lloren en la noche, ha mostrado un incremento en el flujo de cortisol en el cuerpo.
Estudios de niños menores de cinco años han mostrado que en más del 90%, el cortisol se eleva cuando ellos van a la guardería. Y cae en 75% cuando ellos regresan a casa.
Profesor Jaak Panksepp, un neurocientífico de la Universidad Estatal de Washingtona, quien ha escrito unas palabras para este libro, dece que el argumento de Sunderland es coherente con la neurociencia. Una sociedad que sea sabia lo tomará con el corazón”.
Sunderland argumenta que poner a los niños a dormir solos es un fenómeno occidental peculiar que puede incrementar el riesgo de muerte de cuna, también conocido como Síndrome de Muerte Súbita (SMS). Esto posiblemente causado por el el niño pierde el efecto calmante en su respiración y en su función cardíaca que proviende de estar cerca de la madre.
“En Gran Bretaña, 500 niños al año mueren de SMS”, Sunderland escribe. “En China, donde el colecho es algo común, la muerte por SMS es tan rara que incluso no tiene nombre.”
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