lunes, 27 de diciembre de 2010

0 comentarios 12/27/2010

Carlos Gonzalez: razones para SI vacunar a los niños

Escrito por Viviana - Categoria
LAS VACUNAS: COSAS QUE NO SON CIERTAS (DR. CARLOS GONZÁLEZ)

Vacunas: Cosas que se dicen y no son ciertas


Las vacunas protegen a los niños para toda la vida de enfermedades que pueden dejar graves secuelas o incluso causar la muerte. Desde hace un tiempo es relativamente fácil encontrar familias que no quieren vacunar a sus hijos. Habitualmente han leído información incompleta, exagerada o simplemente falsa en algunos libros y en ciertas páginas de internet.

En este artículo intentaremos desmentir algunos de esos mitos. Sólo algunos, porque los errores que dan vueltas por ahí son muchos, y desmentirlos todos con detalle requeriría un libro entero.

Hay enfermedades que casi han desaparecido en los países industrializados porque se vacuna a los niños. Pero podrían volver si se dejase de vacunar. Por eso los gobiernos siguen gastándose el dinero en vacunas. Si pudieran ahorrárselas, se las ahorrarían. En los países del Este, por ejemplo, disminuyó la tasa de vacunaciones con la caída del régimen comunista. En 1993 hubo en Rusia una epidemia de difteria, con 15.000 enfermos y 470 muertos.
Existen muchas vacunas, además de las que están en el calendario oficial de vacunación. No se administran todas, sino solo las más adecuadas a los riesgos de cada país. En España no nos vacunamos de la encefalitis japonesa (en Japón sí, por supuesto). La primera vacuna que se inventó fue la de la viruela. Resultó tan eficaz que se consiguió erradicar la enfermedad en todo el mundo. Hace décadas que no se vacuna de la viruela en ningún país del mundo, ya no es necesario. La viruela se pudo erradicar porque solo afecta al ser humano, y porque el virus no puede mantenerse vivo fuera de un individuo enfermo. Por desgracia, la mayoría de las enfermedades no cumplen estos requisitos; los microbios se pueden transmitir por animales, o permanecer durante años en el suelo, y por tanto jamás se podrán eliminar.

Las vacunas cuestan dinero, pero nos las ponen gratis. Es absurdo pensar que el gobierno va a gastar dinero en vacunas que no se consideran muy necesarias. Es lo que ocurre con la gripe: cada otoño se hace una campaña para que se vacunen los ancianos y algunos enfermos crónicos. ¿Por qué no vacunar a todo el mundo? ¿Es que los jóvenes no pueden tener la gripe? No, lo que ocurre es que un joven pasa la gripe en su casa, mientras que un anciano puede que necesite ingresar en el hospital. Al joven le convendría vacunarse, pero el gobierno no ve necesario regalarle la vacuna. A veces se oye decir que el sarampión es una enfermedad leve, que antes no se vacunaba y todos lo pasábamos. Es cierto, pero muchos morían. En la última epidemia de sarampión en Holanda (1999-2000) hubo casi 3.000 enfermos, algunos con complicaciones graves: 130 casos de neumonía, 5 casos de encefalitis (infección del cerebro) y 3 muertos.

Cada año mueren en el mundo más de 700.000 niños por el sarampión; incluso en Europa, entre niños bien nutridos, muere uno de cada 1.000 enfermos. El que los otros 999 sobrevivan no nos debe dar la impresión de que sea una enfermedad sin importancia.

En cualquier farmacia (y no digamos en una parafarmacia) podemos encontrar cientos de productos que no son útiles para mejorar la salud: cremas y productos de belleza, suplementos nutricionales, tónicos y reconstituyentes... Podemos comprarlos, si lo deseamos, pero ningún gobierno del mundo nos los va a regalar. UNICEF ha preparado un interesante documento, el Immunization summary, que contiene, entre otros datos, el calendario de vacunaciones y el porcentaje de niños vacunados en los distintos países del mundo (está publicado en internet). En este documento se observa que países como Cuba, Corea del Norte o la República Islámica de Irán tienen calendarios muy similares al nuestro y tasas de vacunación altísimas. ¿Estarán ellos también al servicio de los laboratorios farmacéuticos? Por cierto, Cuba es un importante exportador de vacunas, gracias al excelente trabajo científico del Instituto Finlay de La Habana.

La edad de vacunación depende del equilibrio entre dos factores. Si se ponen demasiado pronto, a veces no son efectivas, porque el sistema inmunitario del bebé todavía no responde (si no fuera por ese problema, se pondrían todas las vacunas al nacer, en el hospital, y asunto resuelto). Si se ponen demasiado tarde, aumenta el riesgo de que el niño enferme antes de vacunarlo. Por eso los países africanos suelen poner las vacunas un poco antes que los europeos, mientras que los países nórdicos (con un excelente sistema sanitario, para atajar cualquier posible brote) se permiten el lujo de empezar un mes más tarde e incluso de poner una dosis menos de la serie básica (difteria, tétanos, tosferina y polio). Pero, en general, mes arriba o mes abajo, el calendario vacunal de todos los países del mundo es muy similar. Cuando el riesgo de infección es mayor, es preciso adelantar las vacunas.

Un brote de sarampión en Barcelona obligó a adelantar temporalmente la vacuna triple vírica de los 15 a los 9 meses. En algunos sitios se puede leer que en Japón no vacunan a los niños hasta los dos años. Es falso. Tal como se muestra en la web de su Ministerio de Salud, los niños japoneses reciben antes del año dos dosis de polio oral y tres de difteria, tétanos y tosferina. Retrasar las vacunas o ponerlas después del año (o de los dos años) significa exponer al niño a un peligro de infección. Y las vacunas no son demasiado fuertes para bebés tan pequeños, y tampoco sobrecargan su sistema inmunitario ni nada por el estilo. En realidad, a las pocas horas de nacer un bebé ya está invadido por millones de microbios de cientos de especies distintas; las vacunas solo añaden unos pocos microbios más, y encima muertos (o medio muertos, en el caso de la triple vírica).

Normalmente no. En los últimos brotes de sarampión en Holanda y en Barcelona, que antes mencionamos, casi todos los afectados estaban sin vacunar. Pero en algún caso podría ocurrir que una parte importante, incluso la mayoría de los enfermos en una epidemia, estuvieran vacunados. Es muy fácil esgrimir ese dato como si fuera la prueba de que la vacuna es inútil, incluso peligrosa. Pero unos sencillos cálculos demuestran que no es así, ni mucho menos. Supongamos que, en cierto país, el 97% de los niños están vacunados, y supongamos que la cosa está repartida uniformemente. En cualquier pueblo, en cualquier barrio, en cualquier escuela, el 97% de los niños están vacunados.

Supongamos que la vacuna es completamente inútil. Hay una epidemia. Enferman miles de niños. ¿Cuántos de ellos estarán vacunados? ¡Pues el 97%, por supuesto! Por cada 3 enfermos sin vacunar, encontramos 97 enfermos vacunados. Si en vez de un 97% encontramos un 91% de enfermos vacunados, quiere decir que la vacuna ha sido eficaz. Y no hay que pensar que se trata de una pequeña reducción del 6%, no se calcula así. A los 9 enfermos sin vacunar, manteniendo la proporción 97:3, corresponderían 291 enfermos vacunados. Como en vez de 291 hay sólo 91, se han evitado 200 casos, y la reducción (la eficacia de la vacuna) es de casi el 69%. Una reducción así ya sería suficiente motivo para vacunar a los niños, pero, en realidad, la eficacia de las vacunas es muy superior.

¿Y si en la epidemia el 52% de los enfermos están vacunados? Por 48 casos sin vacunar hubiéramos esperado 1.552 enfermos vacunados; se han evitado 1.500 casos, y la eficacia de la vacuna supera el 96%. Muchísimos, pero todavía habrá quien diga: La vacuna no hace nada: ¡total, la mayoría de los enfermos estaban vacunados!. La ignorancia es atrevida.

Antes de usar masivamente cualquier vacuna se han hecho numerosos estudios durante décadas, en el laboratorio, en animales y en voluntarios adultos para comprobar su eficacia y su seguridad. Y antes de juntar una nueva vacuna con otras ya existentes, para administrarlas al mismo tiempo, se tienen que volver a hacer nuevos estudios, para demostrar que juntas son igual de eficaces y tienen tan pocos efectos secundarios como separadas.

Las vacunas se juntan por comodidad, por motivos económicos y ecológicos (las jeringuillas también cuestan dinero y contaminan), y sobre todo, por ahorrarle algunos pinchazos al niño.

Los efectos secundarios de las vacunas son bien conocidos, y nadie pretende ocultarlos. Sería completamente contrario a la costumbre habitual de los laboratorios farmacéuticos, que a veces parece que más que ocultar los efectos secundarios, los exageran. Leer el prospecto de cualquier simple analgésico, antibiótico o anticonceptivo casi da miedo.

http://www.vacunasaep.org
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sábado, 13 de noviembre de 2010

1 comentarios 11/13/2010

El puerperio, por Laura Gutman

Escrito por Viviana - Categoria ,
Vamos a considerar el puerperio como el período transitado entre el nacimiento del bebé y los dos primeros años, aunque emocionalmente haya una progresión evidente entre el caos de los primeros días -en medio de un llanto desesperado- y la capacidad de salir al mundo con un bebé a cuestas.

Para intentar sumergirnos en los vericuetos energéticos, emocionales y psicológicos del puerperio, creo necesario reconsiderar la duración real de este tránsito. Me refiero al hecho que los famosos 40 días estipulados -ya no sabemos por quién ni para quién- tienen que ver sólo con una histórica veda moral para salvar a la parturienta del reclamo sexual del varón. Pero ese tiempo cronológico no significa psicológicamente un comienzo ni un final de nada.

Mi intención –por la falta de un pensamiento genuino sobre el “sí mismo femenino” en la situación de parto, lactancia, crianza y maternaje en general- es desarrollar una reflexión sobre el puerperio basándonos en situaciones que a veces no son ni tan físicas, ni tan visibles, ni tan concretas, pero no por eso son menos reales. Vamos a hablar en definitiva de lo invisible, del submundo femenino, de lo oculto. De lo que está más allá de nuestro control, más allá de la razón para la mente lógica. Intentaremos acercarnos a la esencia del lugar donde no hay fronteras, donde comienza el terreno de lo místico, del misterio, de la inspiración y la superación del ego. Para hablar del puerperio, tendremos que inventar palabras, u otorgarles un significado trascendental.
Para quienes ya lo hemos transitado hace tiempo, nos da pereza volver a recordar ese sitio tan desprestigiado, con reminiscencias a tristeza, ahogo y desencanto. Recordar el puerperio equivale frecuentemente a reordenar las imágenes de un período confuso y sufriente, que engloba las ilusiones, el parto tal como fue y no como una hubiera querido que sea, dolores y soledades, angustias y desesperanzas, el fin de la inocencia y el inicio de algo que duele traer otra vez a la conciencia.
Para comenzar a armar el rompecabezas del puerperio, es indispensable tener en cuenta que el punto de partida es “el parto”, es decir, la primer gran “desestructuración emocional”. Como lo he descrito en el libro “La Maternidad y el encuentro con la propia sombra”, para que se produzca el parto necesitamos que el cuerpo físico de la madre se abra para dejar pasar el cuerpo del bebé permitiendo un cierto “rompimiento”. Este “rompimiento” corporal también se realiza en un plano más sutil, que corresponde a nuestra estructura emocional. Hay un “algo” que se quiebra, o que se “desestructura” para lograr el pasaje de “ser uno a ser dos”.
Es una pena que la mayoría de los partos los atravesemos con muy poca conciencia con respecto a este “rompimiento físico y emocional”. Ya que el parto es sobre todo un corte, un quiebre, una grieta, una apertura forzada, igual que la irrupción de un volcán que gime desde las entrañas y que al despedir sus partes profundas destruye necesariamente la aparente solidez, creando una estructura renovada.

Después de la “irrupción del volcán” (el parto) las mujeres nos encontramos con el tesoro escondido (un hijo en brazos) y además con insólitas piedras que se desprenden como bolas de fuego (nuestros “pedacitos emocionales”, o nuestras partes desconocidas) rodando hacia el infinito, ardiendo en fuego y temiendo destruir todo lo que rozamos. Los “pedacitos emocionales” van quemando lo que encuentran a su paso. Miramos azoradas sin poder creer la potencia de todo lo que vibra en nuestro interior. Incendiando y cayendo al precipicio, suelen manifestarse en el cuerpo del bebé (como una llanura de pasto húmedo abierta y receptora). Son nuestras emociones ocultas que despliegan sus alas en el cuerpo del bebé rozagante y disponible.

Como un verdadero volcán, nuestro fuego rueda por los valles receptores. Es la sombra, expulsada del cuerpo.

Atravesar un parto es prepararse para la erupción del volcán interno, y esa experiencia es tan avasallante que requiere de mucha preparación emocional, apoyo, acompañamiento, amor, comprensión y coraje por parte de la mujer y de quienes pretenden asistirla.

Sin embargo pocas veces las mujeres encontramos el acompañamiento necesario para introducirnos luego en esa herida sangrante, aprovechando este momento como punto de partida para conocer nuestra renovada estructura emocional (generalmente bastante maltrecha, por cierto) y decidir qué haremos con ella.

El hecho es que -con conciencia o sin ella, despiertas o dormidas, bien acompañadas o solas, incineradas o a salvo- el nacimiento se produce.

Lamentablemente hoy en día consideramos el parto y el post-parto como una situación puramente corporal y del dominio médico. Nos sometemos a un trámite que con cierta manipulación, anestesia para que la parturienta no sea un obstáculo, drogas que permiten decidir cuándo y cómo programar la operación, y un equipo de profesionales que trabajen coordinados, puedan sacar al bebé corporalmente sano y felicitarse por el triunfo de la ciencia. Esta modalidad está tan arraigada en nuestra sociedad que las mujeres ni siquiera nos cuestionamos si fuimos actrices de nuestro parto o meras espectadoras. Si fue un acto íntimo, vivido desde la más profunda animalidad, o si cumplimos con lo que se esperaba de nosotras. Si pudimos transpirar al calor de nuestras llamas o si fuimos retiradas de la escena personal antes de tiempo.

En la medida que atravesemos situaciones esenciales de rompimiento espiritual sin conciencia, anestesiadas, dormidas, infantilizadas y asustadas... quedaremos sin herramientas emocionales para rearmar nuestros “pedacitos en llamas”, permitiendo que el parto sea un verdadero pasaje del alma. Frecuentemente, así iniciamos el puerperio: alejadas de nosotras mismas.

Anteriormente describíamos la metáfora del volcán en llamas, abriendo y resquebrajando su cuerpo, dejando al descubierto la lava y las piedras. Análogamente, del vientre materno, surge el bebé real, y también el interior desconocido de esa mamá, que aprovecha el rompimiento para colarse por las grietas que quedaron abiertas. Esos aspectos ocultos encuentran una oportunidad para salir del refugio. La sombra ( es decir, cualquier aspecto vital que cada mujer no reconoce como propio, a causa del dolor, el desconocimiento o el temor) utiliza el quiebre para salir de su escondite y presentarse triunfante en la superficie.
El problema para la mamá reciente es que se encuentra simultáneamente con el bebé real que llora, demanda, mama, se queja y no duerme... y al mismo tiempo con su propia sombra (desconocida por definición), inabarcable e indefinible.
Pero concretamente ¿con qué aspectos de su sombra se encuentra?. Cada ser humano tiene su personalísima historia y obstáculos a recorrer, por lo tanto sólo un trabajo profundo de introspección, búsqueda personal, encuentro con dolores antiguos y coraje, podrá guiarnos hacia el interior de esa mujer que sufre a través del niño que llora.
El puerperio es una apertura del alma. Un abismo. Una iniciación. Si estamos dispuestas a sumergirnos en las aguas de nuestro yo desconocido.

Criando con Amor
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jueves, 5 de agosto de 2010

0 comentarios 8/05/2010

Recibir afecto materno en la infancia previene la ansiedad de adultos

Escrito por Viviana - Categoria ,
* Las personas que recibieron mucho afecto materno están más capacitados de adultos para hacer frente a situaciones de estrés.
* La mayoría de los participantes demostró unos niveles normales de afecto y sólo uno de cada diez calificó la relación poco afectiva.
* Las experiencias vitales de pequeños influyen en la salud del adulto.
Investigadores de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, aseguran que las personas que durante la infancia recibieron mucho afecto de sus madres están más capacitados de adultos para hacer frente a situaciones de angustia, ansiedad y estrés, según los resultados de un estudio que publica la revista Journal of Epidemiology and Community Health.

Para ello, el estudio contó con un total de 482 personas, de quienes se analizaron sus recuerdos de cuando tenían ocho meses de edad para evaluar la relación de afecto que tuvieron con sus madres.

De este modo, los participantes en el estudio evaluaron "lo bien que lo había hecho la madre" con diferentes parámetros que iban desde una actitud "negativa" a una "exagerada". La mayoría (85%) demostró unos niveles normales de afecto y sólo uno de cada diez calificó la relación poco afectiva.

El estudio se completó con una posterior evaluación psicológica de su salud mental a los 34 años, analizando posibles situaciones de ansiedad o angustia. Así, detectaron que aquellos con un mayor afecto materno eran los que presentaban los niveles más bajos de ansiedad, mientras que quienes no guardaban un recuerdo agradable de sus madres reconocían más momentos de malestar general de adultos.

Los autores concluyen que sus hallazgos demuestran que las experiencias vitales de pequeños pueden influir en la salud del adulto, siendo el afecto maternal el que proporciona seguridad y confianza, permitiendo también desarrollar una vida social más amplia.

Desde | El Mundo
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lunes, 2 de agosto de 2010

0 comentarios 8/02/2010

Ideas para una mejor maternidad

Escrito por Viviana - Categoria , ,
¿Es cierto que si el bebe duerme con sus padres nunca querrá dejar de hacerlo? ¿Hasta cuándo hay que dar la teta? Una puericultora destierra mitos y asegura que a veces hablamos de "malcriar" cuando, en cambio, estamos criando bien a nuestros hijos.
Nada más indefenso e inmaduro que un bebe al nacer. Por eso, entre los mamíferos, la humana es la especie más vulnerable, la que más necesita de sus padres para sobrevivir. Luego de 9 meses de vida intrauterina, en un ambiente donde todas las necesidades estaban satisfechas, debería brindársele una vida extrauterina lo más parecida posible, con todas sus necesidades saciadas. Y esto significa upa permanente, contacto permanente, movimiento permanente, alimentación permanente.

Todavía hoy, en los consultorios de puericultura se escuchan dudas como ésta: "¿Es verdad que si nuestro hijo recién nacido duerme en la cama con nosotros nunca más lo podremos sacar?", "¿y que si lo alzamos cada vez que llore llorará siempre buscando que lo alcemos en forma permanente?", "¿y que si no ponemos límite a la teta querrá tomar el tiempo?"

Todos son temores equivocados. Cuando le damos a un bebé lo que necesita, lejos de malcriarlo lo "bien criamos" en realidad. De esta forma constituye su emocionalidad desde un sostén que le permite tener internalizados a sus padres y transformarse en un ser humano seguro e independiente. El bebé irá haciendo uso de sus habilidades motoras, intelectuales y emocionales a medida que vaya madurando, y desde un lugar de poder: el lugar que le permitirá ocupar el sentirse amado, cuidado y respetado desde el nacimiento.

En una era como ésta, caracterizada por el afán de control absoluto, es difícil aceptar el "descontrol" que provoca la crianza de un bebé recién nacido. No hay horarios predeterminados para la lactancia, no hay relojes que den ninguna pauta, no hay decodificación de llantos ciento por ciento acertada. La clave -si es que existe alguna- es soltar el control sin temor de enloquecer. Y ése es uno de los grandes desafíos en la crianza de un niño.

El concepto de crianza

En nuestra cultura, todo parece indicar que si respondemos a las necesidades básicas de un recién nacido nos exponemos a ser "dominados" por él y perder la "autoridad" que tenemos. Así, hay posiciones que sostienen que para que los niños aprendan a dormir debemos dejarlos llorar hasta que se cansen. O que aseguran que no deberíamos darles explicaciones de lo que haremos con ellos a una determinada edad en la que todavía no hablan, como dando por sentado que tampoco entienden.

Estos patrones son erróneos. Durante los tres primeros años de vida, el ser humano produce el mayor desarrollo físico y emocional, y constituye la estructura que lo sostendrá en el futuro. Es en este período, justamente, cuando los cuidados a todos los niveles deben extremarse. Y las consecuencias son visibles después: existen numerosas evidencias científicas que demuestran que aquellos adultos que cuando eran bebés y niños fueron satisfechos en sus necesidades, tanto físicas como afectivas, que fueron sostenidos, mirados y atendidos siempre que lo necesitaron, después tienen un desarrollo integral sano.

¿Qué lugar desempeña en este desarrollo la lactancia? Por años escuchamos sobre la importancia del amamantamiento en el crecimiento de los niños. Hemos visto miles de publicidades en las que un bebé rozagante succiona el pecho de una mujer hermosa. La idea de que la leche materna es la base de la alimentación infantil, la protección contra todas las enfermedades y el seguro de su normal desarrollo nos ha bombardeado desde los medios de comunicación y lo aceptamos casi como un dogma.

Sin embargo, si bien hoy nadie duda de los beneficios de la lactancia materna, no es menos claro que no lo es todo. Porque, más allá del amamantamiento, las nuevas teorías enfocan el tema desde un concepto más completo y superador: la crianza.

Es que al acto natural de amamantar, una acción que comparten todos los mamíferos del planeta, hay que agregar la cuestión afectiva, que es fundamental para el desarrollo del ser humano. Al criar un hijo tenemos que tener en cuenta la complejidad psicológica de la especie humana.

Existen personas y herramientas que pueden ayudar a los padres en esta tarea. El rol de la puericultora, la especialista en lactancia, sin duda ha evolucionado. Hoy no sólo enseña la técnica de amamantamiento, sino que también es responsable de acompañar a los padres en todo el proceso de la crianza.

Sin embargo, nuestro país tiene carencias estructurales -y serias- en este aspecto, que van más allá de las clases sociales. No existe conciencia de la importancia de estandarizar ciertas conductas que tendrían un beneficio no sólo particular, para cada familia, sino también para el conjunto de la sociedad.

Existe un puñado de centros con servicio de puericultura. En la mayoría de los centros asistenciales las madres son acompañadas sólo las primeras 72 horas posteriores al nacimiento del bebé.

La situación es distinta en otras latitudes. En Francia, por ejemplo, el Estado asiste en el domicilio a las parejas con hijos recién nacidos. En países escandinavos, la licencia laboral por maternidad se puede prorrogar por dos años, con goce de sueldo, tanto para la madre como para el padre.

En nuestro país, en cambio, en muchos casos ni siquiera se respetan los 45 días de licencia obligatorios para establecer un vínculo sano entre la mamá y el hijo. Existen, sí, proyectos legislativos para ampliar la licencia por maternidad para ambos padres.

Pero, en tanto, se impone la necesidad de formar profesionales en puericultura para que asistan a las familias en todas las instituciones donde se dé a luz, tanto públicas como privadas. Y también para educar a la población sobre los beneficios de una crianza saludable.

La nacion
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viernes, 30 de julio de 2010

0 comentarios 7/30/2010

OMS: La lactancia hasta los dos años salvaría 1,5 millones de vidas anuales

Escrito por Viviana - Categoria
* Según la OMS, la lactancia tiene anticuerpos que protegen a los niños.
* Solo el 35% de los niños recibe leche materna los 6 primeros meses.
* Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia.
La prolongación de la lactancia de forma intermitente hasta que los niños cumplan dos años salvaría cerca de 1,5 millones de vidas anualmente, informó este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Actualmente, alrededor del 35% de los niños en el mundo reciben únicamente manutención de leche materna durante sus 6 primeros meses de vida", dijo en Ginebra la directora de Sanidad Infantil y Adolescente de la OMS, Elisabeth Mason.

"Pero se salvarían 1,5 millones de vidas adicionales de menores de 5 años en el caso de que todos los bebés recibieran sólo leche materna en sus seis primeros meses tras el parto, y de forma intermitente hasta que cumplieran dos años", explicó.

En un comunicado, la organización ensalzó la leche materna como "el alimento ideal para recién nacidos y niños".

"Es segura, proporciona a los niños los nutrientes que necesitan para su desarrollo saludable y contiene anticuerpos que protegen a los pequeños de las enfermedades típicas de la infancia", añadió.

Remarcó, además, que en varios países aumenta la cuota de niños amamantados exclusivamente de leche materna en sus seis primeros meses de vida, pero informó de que se necesita ampliar este porcentaje para mejorar la nutrición infantil.

"Por razones diversas, entre las que está la falta de consejos en esta materia, sigue habiendo demasiadas madres que dejan la lactancia a las pocas semanas de dar a luz", lamentó la OMS.

Por ello, esta organización y UNICEF han elaborado un programa de diez pasos para una exitosa manutención materna, lanzado con ocasión de la celebración en más de 170 países de la Semana Mundial de la Lactancia entre el 1 y 7 de agosto.

Entre estos consejos se incita, por ejemplo, a que los médicos aconsejen a las madres dar leche materna tan sólo media hora después del parto y a que les enseñen cómo continuar con la lactancia aunque deban separarse de su bebé.

Además, recomendó que los recién nacidos no reciban otro alimento o bebida distinto a la leche materna, salvo en caso de que se indique lo contrario. También, aconsejó el establecimiento de un patrón escrito de lactancia, cuyo grado de cumplimiento debe comunicarse periódicamente a los médicos.

"La malnutrición es responsable de un tercio de las 8,8 millones de muertes anuales entre menores de cinco años", sentenció la OMS al respecto.

20 minutos
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viernes, 16 de julio de 2010

0 comentarios 7/16/2010

La doula en el parto y post parto

Escrito por Viviana - Categoria ,
La doula durante el parto:

Las doulas realizan una función de apoyo emocional y físico a las mujeres durante el desarrollo del parto y la primera etapa post-parto. No realizan exámenes médicos, si no que su labor se realiza a través del empleo de masajes, aromaterapia, sugiriendo posiciones... facilitando el desarrollo normal del parto. La doula puede acompañar a la mujer durante su parto tanto en domicilios particulares, como en hospitales (ésta última opción está muy poco extendida en nuestro país, aunque es práctica habitual en países como EEUU). En el hospital, además de todo lo anterior, el papel de la doula es el de conexión entre la pareja y el personal médico.

La doula durante el post-parto:

La doula que acompaña a los padres durante los primeros días tras el nacimiento del bebé, especialmente tras la llegada del hospital, provee a los padres de la información necesaria para el establecimiento de la lactancia, actitudes que favorezcan el desarrollo físico y emocional del bebé, tranquilizando y calmando las dudas e inquietudes de los nuevos padres, con atención especial a la madre.

La doula en definitiva, acompaña a la madre de forma amorosa, le da información y la alenta para para favorecer aparición de la madre que toda mujer lleva dentro. Este acompañamiento es de gran importancia en uno de los momentos más vulnerables emocionalmente ala par que más bellos en la vida de una mujer.

Desde | Doulas.es
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miércoles, 14 de julio de 2010

3 comentarios 7/14/2010

Qué es una doula ?

Escrito por Viviana - Categoria
Las doulas son mujeres, en su mayoría madres, que acompañan a otras mujeres durante en el camino a la maternidad. Su labor fundamental es dar soporte, tanto físico como emocional, durante el parto y el puerperio.

Las doulas no tienen una preparación académica específica pues no existen una "carrera de doula". SU formación abarca conocimientos sobre fisiología del embarazo, parto y puerperio, de puericultura, lactancia, educación prenatal...

Tradicionalmente, los conocimientos sobre el embarazo, parto y puerperio, se transmitín de madres a hijas, o entre mujeres de la misma familia, del mismo pueblo. Estos conocimientos, no se referían sólo a la fisiología si no a las necesidades emocionales: los distintos estados de ánimo, miedos, incertidumbres...

En la sociedad actual, las redes de apoyo entre mujeres se han perdido en gran medida. Por un lado, la familia nuclear hace que sea una pareja sola la que afronte la etapa de maternidad. Por otro lado, el aumento de la movilidad laboral, hace que la pareja está alejada de su familia o amigos más íntimos. En general, hoy en día las mujeres se enfrentan a la maternidad solas y sin referentes cercanos, dentro de una sociedad en que la maternidad está bastante desvalorada y superficializada. A menudo, el único referente con el que cuentan las mujeres son las revistas especializadas, en las que se suele ofrecer una imagen idílica e infantilizadas de las embarazadas y puérperas.

Este conjunto de cosas, hace que las experiencias que se suelen compartir entre madres, en el parque o a la salida de guarderías y colegios, pasen por alto sentimientos profundos y reales como: los sentimientos contradictorios ante el embarazo (la inmensa alegría que supone la noticia del embarazo, lleva asociada sentimientos de temor, de inseguridad respecto al momento, a la capacidad de salir a delante), frustaciones por partos que no resultaron el momento emotivo y milagroso que se esperaba (mala información antes y durante el mismo, sentimientos de indefensión, de maltrato por el empleo de práticas agresivas contra la madre o el bebé, sentimientos de responsabilidad en casos de cesáreas u otras intervenciones), lactancias fracasadas, y en general, desconcierto por sentimientos presentes y reales, pero que parecen absolutamente ajenos a lo que nos enseña la sociedad: parece que ninguna otra mujer antes sintió algo parecido.

Las doulas surgen, junto con otros grupos de apoyo (grupos de lactancia, sobre todo), para retomar esta red de apoyo entre mujeres, recuperar la realidad de la maternidad como crisis vital en la vida de una mujer, y recuperar el espacio y posición que les corresponde. No podemos volver la cara a los sentimientos que invaden a la mitad de población, varias veces en ocasiones, y que repercuten en la formación de la sociedad del futuro.

Desde | Doulas.es
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lunes, 12 de julio de 2010

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Laura Gutman: Colaborar en casa

Escrito por Viviana - Categoria
Las mujeres cargamos con siglos de historia donde el encierro en el hogar y la responsabilidad del funcionamiento confortable constituían nuestra identidad. Vivíamos dentro de una cárcel emocional sin la movilidad ni la autonomía que ofrecían el “estar afuera”. Es comprensible que una vez que las mujeres hemos logrado cierto acceso a la libertad respecto al dinero y a la sexualidad, el hogar como terreno de obligaciones domésticas invisibles, sea vivido como un lugar donde nuestra estima queda lastimada.

Sin embargo, todos necesitamos un mínimo de orden y confort para satisfacer necesidades básicas de higiene y alimento. Alguien se tiene que ocupar.

Lo interesante es que todas las tareas domésticas son sencillas y hasta placenteras en sí mismas, pero el verdadero problema pasa por el valor que les otorgamos. Para las mujeres, es obvio que están teñidas de sometimiento y oscurantismo. Por lo tanto, raramente vamos a vivirlas como liberadoras -aunque despojadas de interpretaciones históricas- sean positivas y estén al servicio de las personas, incluidas nosotras mismas.
También tenemos que admitir que los varones no terminan de asumir que las tareas del hogar son dominio de todos nosotros y nos competen a todos los adultos por igual.

Por lo tanto, desde el hastío y la sensación de injusticia, transmitimos a nuestros hijos que las tareas del hogar son una obligación nefasta y que ya no encontramos allí identidad ni beneficio alguno. Frecuentemente “ordenar el cuarto” es una orden dirigida a los niños como castigo. Raramente “ordenamos juntos como parte del juego compartido”. Cuando pedimos colaboración a los niños, solemos estar ya enfadas, cansadas, sin paciencia y pretendiendo que ellos se hagan cargo de esa tarea “tan horrible” que nadie más quiere asumir.

También sucede que estamos ahondando la brecha entre “el adentro” y “el afuera”.
“Afuera” las madres y los padres trabajamos. “Afuera” los niños estudian y luego hacen múltiples actividades. En cambio “adentro” los niños permanecen pasivos (miran televisión) y los padres también estamos pasivos (miramos televisión). La actividad sucede afuera. La pasividad sucede adentro.

Quiero decir que no hemos incluido la actividad hogareña como parte de las relaciones inter-familiares. Tenemos la sensación que ser buenos padres es hacer algo “para ellos”. Acompañarlos a sus actividades, llevarlos de paseo, compartir viajes o vacaciones, ayudarlos con la tarea de la escuela, regañarlos para que tomen su baño. En fin, todo eso está muy bien y da cuenta de padres presentes que se ocupan de que sus hijos crezcan saludables y desplieguen su inteligencia. Pero fuera de eso, nadie siente ni cree que las tareas hogareñas pueden convertirse en algo íntimo y sencillo que podemos compartir, que nos atañe a todos por igual, que nos organiza y nos ayuda a madurar.

No es fácil ordenar los estantes, hacer las compras, llenar las alacenas, barrer, lavar o planchar la ropa con los niños dando vueltas alrededor, si creemos que esas tareas nos conducen nuevamente a un pasado aterrador y si lo hacemos velozmente y con hastío tratando en vano que los niños no nos molesten demasiado. Pero si pudiéramos detenernos y pensar qué tareas hogareñas podemos hacer con los niños, juntos, mientras conversamos o jugamos, veremos que algunas de ellas –no todas- son posibles. Va a depender de la edad de los niños, por supuesto. Y del tiempo que tengamos disponible, que ya sabemos, es muy escaso.

Posiblemente sea útil empezar por el hecho de cocinar juntos. A algunas mujeres nos gusta la cocina. No lavar la vajilla, claro. Pero cocinar tiene ese costado creativo muy cercano a los sentidos. Hasta un niño muy pequeño puede cortar algún alimento con sus manos, otros pueden lavar unas verduras, otros aprender a encender el fuego con cuidado. Hacer pasteles es algo que todo niño adora, sobre todo si es el primero en comerlo cuando esté horneado. Y eso puede llevarlo a que lave algunos utensilios utilizados, subido a una silla alta, aunque desperdiciemos algo más de detergente que el necesario. Lo hará tan maravillosamente bien, que lo nombraremos sub director de la cocina. Luego, no siempre serán pasteles, algunas veces será la sopa, que por primera vez será deliciosa para el niño si participó en su elaboración.

Limpiar no es tan atractivo. Sin embargo en lugar de pretender ordenar los juguetes de ellos, podemos tener ambos una escoba para el salón de la casa y barrer juntos, mientras alabamos las dotes de gran limpiador del niño en cuestión. Posiblemente quede tanto polvo como antes de empezar, pero mientras tanto hemos estado juntos. Y todos nos apropiamos de la casa como un lugar que nos invita a la actividad. Si se trata del cuarto de ellos, cada tanto nos sentaremos con ellos a ordenar, y a los pocos minutos van a descubrir algún juguete que no habían visto en mucho tiempo, perdido entre tantos objetos. Muy bien, que juegue. El niño sabe que estamos de todas maneras ordenando juntos. No es lo mismo que mirar televisión mientras la madre ordena sola y enfadada.

Es verdad que no será fácil sostener una colaboración permanente. Y también tendremos que abordar los acuerdos que hayamos podido alcanzar con el padre de los niños, si es que hay uno en casa. Básicamente, si los adultos encontramos la manera de compartir el orden y la higiene que necesitamos, será más sencillo incluir a los niños desde pequeños. Cuando sean mayores, podrán tener alguna responsabilidad específica, y será posible implementarlo si la colaboración en alguna tarea a favor de todos estuvo siempre presente en la familia.

Las mujeres y los varones hemos dado vuelta unas cuantas páginas de la historia. Ahora los acuerdos tácitos que perduraron durante generaciones respecto al poder, a la mujer como sirvienta y al hombre como amo, quedaron obsoletos. Sin embargo no estamos logrando aún verdaderos acuerdos para cohabitar. Ahí también tenemos un desafío, que puede suceder dentro de la invisibilidad del hogar, pero que es fundamental para la evolución de las relaciones humanas.

Fuente: www.lauragutman.com.ar
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jueves, 8 de julio de 2010

0 comentarios 7/08/2010

Sergio Sinay: Un papá no es una mamá

Escrito por Viviana - Categoria
* "¡Qué horror, se nota que lo vistió el padre! Fijate la combinación de colores".
* "¡Ay, Dios, no lo tires así al aire que se te va a caer y se va a lastimar, pobre chico".
* "Cuando él los lleva a jugar vuelven hechos un desastre".
Cada vez que un papá participa en la crianza de sus hijos vistiéndolos, jugando o llevándolos a pasear, hay muchas probabilidades de que estos comentarios se produzcan. Muchas veces están dichos con cariño, a veces con fastidio, otras con resignación.

¿Están menos capacitados los padres que las madres para la crianza efectiva, cotidiana, de los hijos? ¿Son menos hábiles? ¿Se dan menos maña?

El papá no está menos capacitado que la mamá. Ambos tienen capacidades distintas, complementarias e irremplazables. El papá tiene una relación más física con sus hijos y la mamá un vínculo más emotivo. Kyle Pruett, prestigioso especialista del Centro de Estudios sobre la Niñez de la Universidad de Yale y autor del libro Fatherneed (La Necesidad de Padre) cita numerosas investigaciones según las cuales ambos, papá y mamá, tienen una similar predisposición emocional para guiar, cuidar y nutrir a los hijos. "Son la sociedad o sus familias las que no los preparan de un modo similar para ello", apunta. Trabajos del psicólogo Ross Parke, de la Universidad de California, muestran que ambos son igualmente capaces de interpretar y entender las conductas de los chicos. El experto Michael Lamb concluye que "con excepción del amamantamiento no hay evidencias científicas de que las mujeres estén biológicamente mejor predispuestas que los hombres para la crianza".

¿Por qué, entonces, los papás siguen siendo menos confiables?

Creo que debemos buscar la razón en el viejo malentendido de lo "masculino" y lo "femenino". Los tradicionales y rígidos estereotipos de género (que aún nos influyen a pesar de los cambios) limitaron durante generaciones a los hombres a la producción y provisión y a las mujeres a la nutrición y la crianza. Un buen papá es, en esta visión, el que asegura el bienestar material de su hijo y de su mujer y no interfiere en la relación entre ellos.

Así se instaló la creencia de que, en última instancia, los hijos son más de la mamá que del papá, que ella los entiende y atiende mejor. Y los hombres fuimos nos fuimos aceptando como "negados" para la crianza, para la nutrición, para el contacto emocional con nuestros hijos y para entender sus señales (llantos, síntomas, gestos, etc.) Así, también, salud, alimentación, educación y acontecer afectivo se convirtieron en "especialidades" maternas. Y hoy cuando un padre se propone ser más participativo en su paternidad se encuentra con que hay cosas que no sabe porque no le son familiares (y no porque sean ajenas a su condición de varón). ¿Cómo puede aprenderlas? De la misma manera en que las aprende la madre, la única posible: a través de un contacto frecuente y estrecho con el hijo.

Un papá no es una mamá y una mamá no es un papá. El hijo necesita del contacto con ambos para aprender que cariño, atención, nutrición y guía tienen diferentes modos de expresión según provengan de una mujer o de un varón. Michael Yogman, pediatra y pedagogo, dice: "El padre tiende a jugar más que la madre con el pequeño y sus juegos suelen se más vigorosos, más estimulantes más excitantes". Los de ella son más acogedores, más sedantes. Así el chico aprende sobre sí mismo, sobre su sexo y sobre el opuesto y se educa para convivir en la diversidad. Cuando un papá viste al hijo no lo viste mal. Lo hace diferente de la madre. Cuando lo arroja al aire y lo baraja, no lo pone en peligro porque él sí puede recibirlo en sus brazos con seguridad (a la mamá probablemente se le caería, por eso ella juega distinto). Y cuando sale con ellos y vuelven sucios, es porque con el papá juegan distinto, a juegos más activos y exploran el mundo de otra manera. Son diferencias. No se trata de papá o mamá, sino de papá y mamá ofreciendo dos accesos distintos e integrados a la vida en la sociedad y al vínculo con los demás.

Web de Sergio Sinay
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lunes, 5 de julio de 2010

0 comentarios 7/05/2010

Debate sobre parir o no en nuestra casa

Escrito por Viviana -
¿Es seguro parir en casa? Probablemente, ésta sea una de las preguntas que más controversia suscita entre ginecólogos, obstetras, matronas y futuros padres. Partidarios y detractores de esta práctica esgrimen argumentos a favor y en contra, sin que, de momento, se haya llegado a una conclusión definitiva sobre el tema.

La última leña que se ha echado al fuego de esta polémica viene de la mano de un metaanálisis (una revisión de varios estudios realizados sobre el tema) publicado en la revista ‘American Journal of Obstetrics & Gynecology’. Según sus datos, dar a luz en casa se asocia con un aumento significativo de las tasas de mortalidad de los bebés.

Los autores de este trabajo, del Centro Médico Maine (Portland, EEUU), compararon los resultados de 342.056 partos domiciliarios con los de otros 207.551 alumbramientos realizados en un centro hospitalario.

Resultados

El análisis puso de manifiesto que los partos en casa se asociaban con menos intervenciones médicas, como la anestesia epidural o las episiotomías. Además, estas madres eran menos propensas a sufrir laceraciones, hemorragias o infecciones.

Por su parte, los bebés nacidos en el hogar tenían menos riesgo de nacer prematuros, tener bajo peso al nacer o utilizar ventilación asistida al nacer.

La mortalidad registrada en los primeros días de vida de los pequeños era similar en ambos grupos de parturientas. Sin embargo, los partos en casa se asociaban con una tasa considerablemente más alta de muertes al nacer (en el caso de niños sin problemas congénitos, esta cifra casi triplicaba a la de los bebés nacidos en hospitales). La mayoría de los problemas se debían a fallos respiratorios o de resucitación.

“Nuestros resultados sugieren una posible relación entre el aumento de mortalidad neonatal entre los partos en casa y el hecho de que se registrasen menos intervenciones obstétricas en este grupo”, comentan los autores de este trabajo quienes, con todo, reconocen que su trabajo tampoco pondrá punto y final a la controversia.

En un comentario que acompaña a esta investigación en la revista médica, varios editores de la publicación reclaman, precisamente, “una mayor atención por parte de las autoridades sanitarias” para aclarar de una vez por todas un tema que le interesa mucho a la población.

Desde | El Mundo
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viernes, 25 de junio de 2010

5 comentarios 6/25/2010

Angelina Martinez, partera tradicional

Escrito por Viviana - Categoria ,
En sus manos tienen la vida y la muerte. Mujeres reconocidas en el mundo por sus conocimientos ancestrales. Son las parteras, en México hay 35 mil que ejercen en Guerrero, Oaxaca y Chiapas principalmente.

"Empecé a ayudar desde muy pequeña y mi abuela me decía, mira, toca la cabeza, esta es la cabeza y mira esta parte es así, vamos si el bebé está transverso, vamos a usar el rebozo, mediante un rebozo hacer una manteada, vamos a tratar de acomodar a este bebé", expresó Angelina Martínez, partera.

Las parteras tradicionales transmiten sus conocimientos de generación en generación. Las profesionalizadas se instruyen en la casa de parteras de San Miguel de Allende o en Estados Unidos y Europa, donde se privilegian los partos naturales sobre las cesáreas.

"Se pueden tener en casa si eso quieren, la matrona les lleva los cuidados prenatales y postnatales, siempre y cuando todo el embarazo haya sido de bajo riesgo, sin ninguna complicación, de presión sanguínea, diabetes, etcétera", comentó Luisa Salmerón Díaz, partera.

Las parteras vigilan la salud de la madre y el bebé, respetan la posición en la que la mujer quiere parir y evitan cualquier intervención quirúrgica.

"Nunca he tenido que hacer una episiotomía y el cuerpo de la mujer se desgarra más fácilmente cuando así tiene que suceder y ese desgarro se sutura más fácilmente, se lacera menos en un desgarro pequeño que en una episiotomía", dijo Laura Cao Romero, partera.

Por eso muchas mujeres, desde indígenas hasta profesionistas, buscan atención tradicional. Es el caso de Adriana, quien después de una cesárea injustificada que le ocasionó depresión y nula lactancia, tuvo un parto vaginal atendida por parteras, sin necesidad de ningún fármaco.

"Fue un tratamiento integral, o sea, fue aparte como un tratamiento psicológico y el tratamiento normal del embarazo", manifestó Adriana Nolasco, testimonio.

"Un bebé cuando está libre de drogas del parto, es un bebé que está muy activo, entonces él inmediatamente empieza a buscar el pecho de la madre", indicó Angelina Martínez.

Irónicamente, la modernidad de una sala de parto no contempla la postura más adecuada para que una mujer de a luz.

Alejandro Almaguer González, director de Medicina Tradicional de la Secretaría de Salud, apuntó: "la forma de acostar a la mujer en una cama alta fue para comodidad del médico, se apropió y empezó a enseñarse como hegemónico".

"Esta visión del parto como algo que tiene que atenderse en un hospital, con un especialista con procedimientos quirúrgicos siempre como generalmente como la mano de la tecnología y de la maquinaria más moderna ha hecho que nos alejemos de lo natural", declaró Laura Cao Romero.

Por eso la Secretaría de Salud busca integrar las posturas de parto tradicionales.

"Tiene grandes ventajas, va a favor de la gravedad en primer lugar, el peso del producto, al estar a favor de la gravedad baja automáticamente, entonces ayuda no solamente el peso sino ayuda a distender el cuello de la matriz, por otra parte al no estar acostada no comprime las arterias que están alrededor del parto y no complica la circulación de las piernas de la mujer", explicó Almaguer González.

"El parto es completamente la necesidad de la madre… hay madres que dicen, yo quiero parir en el piso, en cuclillas, bueno es buena posición. Otras dicen, bueno yo quiero estar de pie y se sujetan de algún lacito que está en el techo, de alguna hamaca", añadió Angelina Martínez.

En 2002, la Secretaría de Salud inició un programa para que parteras tradicionales y obstetras, asistan a mujeres de Guerrero, Chiapas y Oaxaca, y contribuyan a disminuir la muerte materna.

"Las mujeres, cuando van a parir, no quieren ir a parir a nuestras unidades de salud, porque saben que las van a poner en una cama, porque incluso saben que la cama está fría, hay mucho movimiento en la sala de parto, hay ruido, ellas así lo mencionan, no les explican nada en el idioma que ellas entienden, ni siquiera si hablan español les explican nada, es una costumbre que se tiene", señaló Almaguer González.

En Europa, las parteras son profesionistas integradas a los sistemas de salud. Lo sobresaliente es que vienen a México para aprender de sus colegas tradicionales. Un ejemplo es Luisa quien ejerce en Gran Bretaña.

"Ellas están mundialmente reconocidas por eso, porque tienen ambos conocimientos, el conocimiento obstetra más la experiencia de las abuelas, bisabuelas, de las parteras tradicionales que han pasado de unas a otras, aparte tienen el conocimiento del rebozo pues son capaces de torcer a bebés que vienen en posición pélvica en bebés que vienen en posición posterior", expuso Luisa Salmerón Díaz, partera.

Les dejo un video de Angelina...




Desde | Arauxo
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lunes, 21 de junio de 2010

1 comentarios 6/21/2010

Crudo video sobre el Metodo Estivill

Escrito por Viviana - Categoria , ,
Este es un video totalmente cruel, tanto como lo es el Metodo Estivill.

Anticipo que contiene imagenes fuertes, asi que les pido discreción al verlo.

Hay que difundir la crianza con respeto, para que estas atrocidades desaparezcan.


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jueves, 17 de junio de 2010

0 comentarios 6/17/2010

Libro "Las funciones de los orgasmos" de Michel Odent

Escrito por Viviana - Categoria ,
Todos los episodios de la vida sexual humana pueden alcanzar un climax, una cúspide.

Estas situaciones cumbre son intensas respuestas en todos los niveles del sistema nervioso y endocrino, cambios en los niveles de consciencia, posibles sendas para escapar momentáneamente de la realidad mundana espacio-temporal, vías para alcanzar estados emocionales que podemos calificar de trascendentales.

La oxitocina (hormona tímida) es el eje central de todos los estados orgásmicos y extáticos y la liberación de endorfinas como analgésicos naturales explica fácilmente el efecto calmante de los orgasmos.

La producción de un torrente hormonal permite relajarnos y abrirnos paso hacia la trascendencia y el Amor, una experiencia tan íntima y reveladora que puede compararse sólo a la del parto de un nuevo ser humano.

Nacido en Francia en 1930, Michel Odent, fue Jefe de las unidades de Cirugía y Maternidad del Hospital Público de Pithiviers entre 1962 y 1985, y posteriormente fundó el Primal Health Reserarch Centre de Londres. En los años setenta introdujo los conceptos de "salas de partos como en casa" y "piscinas para partos" en las meternidades hospitalarias.

Precursor y defensor del parto libre y natural, desde hace años ayuda a comprender la animalidad del Ser Humano y la importancia de elegir cómo queremos dar a luz para avanzar como especie, dado que el momento más decisivo de la evolución humana es la ecología pre y perinatal.

El Dr. Odent defiende la idea de que la llegada al mundo de los niños se realice en ambientes en los que lo más importante es la intimidad para que el parto pueda desarrollarse sin violencia y con absoluto respeto de las leyes naturales.
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jueves, 10 de junio de 2010

1 comentarios 6/10/2010

Avatares y dolls de BabyWearing

Escrito por Viviana - Categoria
Para las mamis fanáticas del porteo, en la web Mamma´s Milk pueden encontrar un dollmaker, con el cual, hacer su propia imagen en avatar o en un simpática muñeca, con o sin fondo, para que en tu pagina puedas promover el porteo.

Tenia mucho, peor mucho tiempo de conocer esta pagina y nunca se me habia ocurrido compartirla, hasta hoy. Espero logren creaciones lindas!!!

Aqui les dejo una imagen sobre los modelos que pueden elegir!

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lunes, 24 de mayo de 2010

0 comentarios 5/24/2010

Como hacer un portabebé de tela con argollas

Escrito por Viviana - Categoria ,
En este video -en ingles- nos explican como hacer un cargador (portabebés). Si lo tuyo es coser y cantar, deberías intentar hacerlo.

Las arogollas o anillas metálicas se pueden conseguir en tiendas especializadas. Si mal no veo, en el video usan de plastico, pero no se me hacen confiables.

Aqui les dejo el video...




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lunes, 17 de mayo de 2010

2 comentarios 5/17/2010

Dar a luz desde adentro...

Escrito por Viviana - Categoria
No me interesa cuantos libros sobre el parto has leído.
Quiero saber si oyes lo que susurra tu bebé dentro de ti
mientras estás despierta en la cama por la noche.

No me interesa quien eres o de donde vienes.
Quiero saber si la auténtica madre guerrera
se despertará cuando des a luz a tu bebé con todo lo que tienes.

No me interesa si tienes un plan de parto o donde quieres dar a luz.
Quiero saber que enfrentarás tu parto con la mente y el corazón abiertos.
Quiero saber si puedes entregarte al viaje que tienes que hacer
para parirte a ti misma como madre.

No me interesa si das a luz en silencio o con rugidos de una leona.
Quiero saber si estás dispuesta a hacer todo lo que hace falta
para dar a luz a tu bebé, sin dar importancia a como te veas,
a los ruidos que hagas, o a lo que los demás puedan pensar.

Quiero saber si estás dispuesta a viajar
a lo más profundo dentro de ti y atravesar lo desconocido.

No me interesa si te hacen puntos o no.
Quiero saber como te estás moviendo dentro de tu cuerpo
Quiero saber si puedes agradecer cada movimiento de tu cuerpo sudado y dolido.
Y saber que has hecho una cosa maravillosa y milagrosa.

No me interesa como alimentas a tu bebé.
Quiero saber si estás dispuesta a nutrir a tu bebé
desde lo más profundo de tu alma y con amor incondicional.

Quiero saber si en la oscuridad de la noche
Puedes levantar tus huesos y tu espíritu cansados
Y hacer lo que hay que hacer para cuidar de tus hijos.

Quiero saber si estás dispuesta a dejar tus juicios e ideales de la madre perfecta para entregarte a tu corazón y a tu útero
para amar a tu bebé a pesar de que duela.

De Birthing from Within www.birthingfromwithin.com
(Adaptado del poema “La Invitación”, de Oriah Mountain Dreamer)

Traducción: Sophia Style
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lunes, 10 de mayo de 2010

0 comentarios 5/10/2010

Feliz dia de las Madres!!!

Escrito por Viviana - Categoria
Sigamos criando con amor y respeto !!!

Que en tu dia encuentres toda la felicidad junto a tus amores!



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viernes, 7 de mayo de 2010

0 comentarios 5/07/2010

Los primeros meses de vida: el apego, indispensable

Escrito por Viviana - Categoria
Los tres patrones

En base a la experiencia que hayamos tenido en los primeros meses de vida con nuestro cuidador, así como las condiciones familiares y sociales en las que hemos crecido, habremos adoptado un estilo de relación y forma de vincularnos con los demás. Los resultados de tanta investigación definen tres patrones de apego: el estilo seguro, el ansioso ambivalente y el evasivo.

* Los niños con estilo de "apego seguro" tienen la capacidad de apoyarse en sus cuidadores cuando algo los preocupa. Saben que sus cuidadores están disponibles y que tienen la sensibilidad suficiente para responder a su angustia. Esa base sólida en la relación les ha enseñado a ser más seguros de sí mismos, más cálidos, estables y coherentes con sus deseos y emociones.

* Los chicos de "apego evasivo" se muestran desinteresados y sin ánimo de compartir con sus cuidadores. Se mantienen aislados porque creen que el otro no tiene la capacidad de entenderlos ni de ayudarlos. Tienen miedo de relacionarse o intimar porque no logran confiar ni sentir seguridad.

* Los "ansiosos ambivalentes" suelen vivir con mucha angustia la separación. Se resisten a que el otro se vaya con expresiones de protesta, enojo y caprichos. Suelen desarrollar habilidades emocionales inconsistentes, lo que los convierte en inseguros y demandantes.

Desde | La Nacion
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lunes, 3 de mayo de 2010

0 comentarios 5/03/2010

La fórmula del apego, algo para no ignorar

Escrito por Viviana - Categoria
El primer vínculo entre el bebe y su mamá o quien resulte ser su cuidador sentará las bases sobre las que se construirán sus relaciones en el futuro. Si bien se pueden modificar conductas a lo largo de toda la vida, la llave del éxito parece estar en esa emoción que se "abrochó" desde la panza.
Cuando un niño nace, todo es alegría rosa o celeste. Sin embargo, los bebes sólo tienen registro de un lugar de llegada sin luces ni festejos. Todo está a oscuras. Es como caminar, sin tener conciencia de uno mismo, por una casa desconocida y con los ojos vendados. Hay que sobrevivir y alguien debe calmar ese estrés que desborda en llanto. Alguien tiene que guiarnos y darle un orden a ese vacío caótico.

El bebe llora. Necesita algo; no sabe exactamente qué, pero no puede solo. En principio, tiene hambre. Precisa quien le dé de comer, quien lo abrace y lo contenga en este raro mundo en el que se siente suspendido.

Todos los modelos y teorías de la psicología reconocen que el lactante requiere de otro para satisfacer sus necesidades más esenciales y poner fin a la tensión interna. En ese momento, cuando la madre responde a esa primera necesidad tan básica para la supervivencia, el bebe "abrocha" una emoción. En esa unión natural e instintiva, de teta y caricias, se produce una experiencia, un aprendizaje. Es el primer vínculo, el primer encuentro.

"Está comprobado que el mero contacto físico entre dos personas hace que el cerebro fabrique oxitocina. Uno de los momentos en los que se libera mayor cantidad de esta hormona es inmediatamente después del parto", explica la psiquiatra María Alejandra Vieitez Bussalleu, para quien "no hay mejor encuentro que el de un padre con un hijo".

"El olor, la piel, el llanto del bebe -continúa- hacen que el cerebro de la madre produzca y libere oxitocina. Cuando el bebe succiona el pezón de su mamá activa la formación de la hormona que se encarga de sellar este vínculo de amor tan esencial." Así, la "hormona del amor" está sindicada por los científicos como la responsable de reforzar los lazos afectivos entre las personas.

Hace cuatro años, el biólogo Paul Zak, fundador y director del Centro de Estudios Neuroeconómicos de la Universidad de Claremont, California, probó con voluntarios que cuando inhalaban oxitocina aumentaba la empatía y la confianza entre ellos. En los estudios que publicó en Nature, concluía que "la oxitocina es el pegamento de la sociedad".

La preocupación por la relación temprana del niño con su madre fue uno de los temas centrales de muchos investigadores. Ya desde 1930 se estudiaba el desarrollo de chicos que habían sido abandonados. Las grandes guerras, las crisis, así como otros eventos sociales devastadores, sirvieron para estudiar el impacto que provocan las separaciones físicas y emocionales entre los pequeños y sus cuidadores.

En la década de 1960, el psicoanalista inglés John Bowlby logró definir la conducta de apego como cualquier forma de comportamiento que hace que una persona alcance o conserve proximidad con respecto a otro individuo diferenciado y preferido. El apego proporciona la seguridad emocional del niño: ser aceptado y protegido emocionalmente.

"El término «apego seguro» fue acuñado por Bowlby para describir relaciones vinculares en las cuales el niño confía en que sus cuidadores serán accesibles en situaciones de estrés, brindándole protección y cuidado", ayuda para una primera definición el psicoterapeuta Juan Balbi, quien está convencido de que "una relación sólida y saludable con la madre o cuidador primario se asocia con una alta probabilidad de crear relaciones saludables con otros, mientras que un pobre apego parece estar asociado con problemas emocionales y conductuales".

El apego refiere a un vínculo central y específico: madre-hijo o cuidador-infante. Es un nexo perdurable que, de ser seguro, produce consuelo, contención, placer. Es el primer encuentro con alguien; ni más ni menos que con aquel que, aparentemente, nos ayudará a sobrevivir. Y sus resultados, según entienden los investigadores de la conducta infantil, determinarán el andamiaje para todas las relaciones que desarrolle en su vida.

"La teoría del apego tiene reconocimiento universal y, definitivamente, desarrolla con rigurosidad la importancia de los vínculos tempranos", señala la licenciada Sonia Klei­man, especialista en psicología vincular de familias con niños, y directora del área en el Instituto Universitario del Hospital Italiano.

"En un primer momento -explica Kleiman- se creía que la experiencia de los primeros años marcaba casi en forma indeleble al sujeto y que lo vivido por entonces era algo así como la causa primordial de los conflictos posteriores. Hoy por hoy, gracias al avance en las investigaciones de muchas disciplinas involucradas en el tema, se ha llegado a la conclusión de que los vínculos que los sujetos habitan a lo largo de su vida pueden producir cambios, transformaciones y novedades en la emocionalidad." Estas característica de flexibilidad y adaptación coinciden con las capacidades dinámicas que se le han otorgado al cerebro gracias a los últimos aciertos de la ciencia moderna.



Las neuronas necesitan amor

Gran parte de las psicopatologías o trastornos severos de la personalidad pueden entenderse como consecuencia del tipo de vínculo afectivo que se haya tenido en una primera infancia o en relaciones posteriores.

Quienes padecen ausencias o separaciones físicas o emocionales, es muy probable que desde muy temprano generen mecanismos defensivos que se movilizan para sobreponerse o sobreadaptarse a la falta o la pérdida. Las ausencias o, lo que es peor, las presencias sin afecto o la falta de contacto, abonan el miedo y las ansiedades crónicas. De hecho, el abandono espiritual, social y económico en la primera infancia suelen ser el motor que impulsa, entre otros cuadros severos, conductas delictivas, actos de violencia, adicciones, fobias y pánicos.

Juana Naguirner es licenciada en trabajo social. Su tarea es reconocida en el Hospital Torcuato de Alvear. Los pacientes que llegan a diario a la consulta son claros exponentes del deterioro social en los vínculos del que somos víctimas los argentinos. "Recibimos a adolescentes y adultos sin red. Perdimos conciencia del valor que tiene la familia", se lamenta la especialista, que cree que "avanzamos mucho en tecnología, informática y comunicación global y digital, pero la comunicación familiar y la de los afectos esenciales no está garantizada. El individualismo ya se instaló dentro de los hogares".

En este contexto resulta impensado hablar de relaciones responsables. Sin embargo, cada día Naguirner, como otros asistentes sociales responsables, trabaja para recomponer el vínculo familiar, entendiendo que "es la única salida posible más allá de las redes o proyectos sociales que puedan surgir desde el Estado u otras instituciones".

"Pasarán las instituciones -sigue Juana-, pero lo único que queda siempre es la familia." Hoy, sin ánimo de levantar el dedo y señalar a nadie, sino con la propuesta de mirarnos un poco más en el espejo y encontrar "padres responsables", hay que asumir que madres y padres ausentes, por depresión, por ambición, por necesidades tan básicas como la comida y tan perversas como el último modelo de equis capricho, son factores de riesgo de chicos menos felices, más ansiosos, obesos, agresivos, deprimidos, antisociales.

"Una experiencia de apego traumática predispone al procesamiento inconsciente de un duelo -retoma Juan Balbi-, lo que a su vez deriva en una variedad de trastornos psicopatológicos, como pueden ser trastornos de la conducta alimentaria, personalidad borderline, trastornos de ansiedad o del estado de ánimo, e incluso psicosis. La mayoría de estas patologías se manifiestan en la adolescencia y en la juventud."

Por su parte, la trabajadora social cree que, frente a los problemas que se multiplican en una sociedad sin apegos seguros, "hay que trabajar permanentemente con la familia, aun con sus problemáticas, y, cuando no hay familia, apostar a recursos comunitarios que sean soportes sólidos, con garantías". Recuperar el concepto de familia implica recuperar la idea de "soporte", más allá de las disfuncionalidades. Hoy, muchas familias no se enmarcan en los retratos tradicionales. Hay madres solas, padres solos, familias ensambladas, tíos o abuelos con rol de padres; muchas veces, un vecino. Esa es "la familia"; ese es el vínculo existente que hay que fortalecer para que haya alguien que pueda sostener, cuidar, abrazar a quien lo necesita. "Preocupa ver cuántos pacientes llegan al hospital y, en medio de la crisis, sus familiares insisten en que no pueden hacerse cargo."

Doctor en psicología, Balbi cree que "así como todo lo que podamos hablar de apego consiste en una hipótesis científica que se ha comprobado una y mil veces a nivel internacional, cuesta entender cómo un conocimiento tan certero acerca del desarrollo normal del niño no ha desarrollado un campo profesional, a fin de hacer prevención y promoción comunitaria. Suele trabajarse en torno del desarrollo físico e intelectual de niños y adolescentes, pero no hay un campo profesional de aplicación que termine de comprender la importancia que tiene el desarrollo emocional, ya que la salud global del niño depende, en gran medida, de su desempeño en este dominio. Tenemos las herramientas, pero no hay campo donde desplegar lo tan sabido".

Si uno revisa la cantidad de planes y programas que se ofrecen en hospitales y otras instituciones de salud mental, descubrirá cómo proliferaron los grupos de trabajo terapéutico y de acción social. Los hay para combatir las adicciones, la violencia doméstica, los trastornos de alimentación o de ansiedad, las fobias, etcétera. "Nunca hubo tantas redes como ahora", certifica Naguirner, y al mismo tiempo se pregunta: "¿Funcionan?, ¿están debidamente articuladas?, ¿se desprenden de un proyecto integral?".

Tu casa, mi casa... ¿funcionan?, ¿están articuladas?, ¿hay un proyecto? Si hay afecto y contacto, seguro. Si no, buen comienzo. Tal vez valga apuntar en la cocina palabras clave como: sonrisas, abrazos, responsabilidad, flexibilidad, adaptación, límites, experiencias, respuestas, vínculos, respeto, libertad, bienestar, felicidad,.... (sume todas las que crea que hacen a un apego seguro).

Desde | La Nacion
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domingo, 18 de abril de 2010

1 comentarios 4/18/2010

"Los niños 'indigo' y los niños 'cristal' no existen": Carlos Gonzalez

Escrito por Viviana - Categoria
Yo fui a un congreso sobre “niños del tercer milenio”, que es una manera de decir “los niños de ahora”. Los niños “índigo” y “cristal” no existen. El concepto mismo es una gran mentira y una gran estupidez. Las características que habitualmente se usan para etiquetar a los “niños índigo” se pueden aplicar a prácticamente cualquier niño, en cualquier lugar y en cualquier época. En las últimas décadas se había divulgado una idea del niño como un ser sin sentimientos ni necesidades afectivas, que “lo podías dejar con cualquiera”, que obedecía, comía y dormía si le ponías límites (pero, si no, estaba todo el rato buscando la manera de fastidiar).

Al descubrir que los niños en realidad no son así, sino que tienen sentimientos, necesidades afectivas y capacidades morales y sociales, algunos les han llamado “índigos”. Da mucha pena (y también un poco de miedo) que algunas personas prefieran creer que sus hijos son mutantes introducidos entre nosotros por los extraterrestres que admitir que son seres humanos, dotados de libre albedrío, de memoria, inteligencia y voluntad.

Desde | Amor Maternal

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miércoles, 7 de abril de 2010

1 comentarios 4/07/2010

Laura Gutman: "La Familia Nace con el Primer Hijo"

Escrito por Viviana - Categoria
Este libro antes se llamaba "Puerperios y otras exploraciones del alma femenina". Han cambiado el título pero el contenido es el mismo.

En los umbrales del siglo XXI, la maternidad y las actividades intrahogareñas parecen haberse constituido en obstáculos para la realización personal. Las mujeres estamos cada vez más dispuestas a abandonar el mundo íntimo para lanzarnos al mundo público y "ser alguien reconocido". Pero un buen día nos pasa a las mujeres hiperactivas que -sin darnos cuenta- nace un primer hijo. O un segundo o un tercero. Y comprendemos que "lo público" es materialmente visible, pero en medio de un dolor de panza del bebé, esa identidad desaparece junto con el sentido profundo que tenía hasta entonces.

A través de estas páginas Laura Gutman pretende acercar las vivencias genuinas, primitivas e innombrables del Universo insondable de cada madre reciente. Experiencias confusas, incomprensibles, exageradas, locas, pero terriblemente reales que nos muestran a mujeres sujetas a la oscuridad de la noche con el niño en brazos. Sin embargo, Gutman afirma que averiguar de dónde venimos y sospechar hacia dónde vamos, nos puede servir para tratarnos un poco mejor y, por ende, tratar mejor al niño que llega al mundo.
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martes, 9 de marzo de 2010

1 comentarios 3/09/2010

Para llorar: opina que el parto natural es "un folklore"

Escrito por Viviana - Categoria ,
«Tenemos pacientes que vienen a dar a luz sin haber ido ni una sola vez al médico desde que se quedaron embarazadas»: José Solís Jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Cabueñes (España)
José Solís hizo ayer «un gran esfuerzo para salir de la cama» a recibir a los 150 especialistas de todo el país que participaron en el III Congreso de Atención Prenatal organizado por el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Cabueñes (España), una cita en la que se abordarán hasta la tarde de hoy asuntos relacionados con la detección precoz de problemas coronarios, la ecocardiografía o la atención a partos gemelares y a partos pretérmino.

-Cada vez son más las mujeres que critican que la intervención médica es excesiva en un proceso que debería ser mucho más natural.
-El parto natural es un folclore y una corriente que no tiene éxito. Ese tipo de parto es requerido únicamente por el 5% de la población y al que la Administración central dedica mucho más dinero que a comprar ecógrafos o a revisar un aparataje dedicado al diagnóstico prenatal, que, en algunos hospitales, se ha quedado obsoleto.
-Estimulación con oxitocina, episiotomía, anestesia, fórceps o cesáreas cada vez más numerosas. ¿Por su propia comodidad?
-Es evidente que para nosotros son más cómodas, pero el Hospital de Cabueñes tiene el índice de cesáreas más bajas de España, del 16%. No hacemos ni una cesárea más de las imprescindibles.
-Esta corriente aboga por formas inocuas de amortiguar el dolor que poco tienen que ver con el potro obstrétrico. ¿Qué hay de malo?
-Ni la pelota suiza ni el agua ni nada. Los métodos naturales para aliviar el dolor no existen. Lo único que funciona para aliviarlo, en un parto y en la medicina en general, son los analgésicos y los antibióticos. Ahora bien: que me digan que quieren parir como mamíferos, como me ha escrito alguien, y se mentalicen de ello, me parece una opción más. Allá cada quien.
-Otra cosa al alza es la edad de las madres primerizas.
-La tendencia sigue para arriba. Y el problemas es que muchas mujeres no tienen en cuenta que, a partir de los 35 años, se pierde un porcentaje importante de fertilidad y luego es cuando hay que recurrir a las distintas técnicas de fecundación asistida.
-Y los bebés prematuros y prematuros extremos.
-Eso tiene que ver con que, hace años, los prematuros extremos se morían y ahora no. Gracias a los avances que ha habido, cada vez se consigue sacar adelante a niños con menos peso.
-¿A más edad de la madre más riesgo para el feto?
-No. Antes sí se pensaba que las mujeres, por ser mayores, tenían más riesgo de que el feto presentase malformaciones, pero eso es algo que está descartado. Aquí, por ejemplo, seguimos haciendo amniocentesis a las mujeres que tienen más de 38 años, pero en otros sitios como Cataluña eso está descartado y únicamente se hace un cribado, que es la prueba que se hace a todas las embarazadas a las once semanas de gestación. Las amniocentesis a los 38 se van a acabar.
-¿Con el cribado es suficiente?
-Hay un 93% de fiabilidad de que el feto no tiene malformaciones ligadas a los cromosomas.
-¿Por ejemplo?
-Malformaciones como el Síndrome de Down, el Síndrome de Edwards o el de Patau, que son las que más se diagnostican. Les siguen, por este orden, las cardiopatías, las malformaciones del aparato digestivo, las de tipo urológico, en riñón, vejiga y uréteres, o las del sistema nervioso central, tanto a nivel craneal como a nivel de la columna vertebral, y las que afectan a las extremidades.
-Dé un consejo a las embarazadas.
-Que acudan a la matrona en cuanto tengan su primera falta. Cuanto primero, mejor. El diagnóstico prenatal es fundamental para detectar malformaciones graves, y por eso debe realizarse antes de las 22 semanas, cuando las mujeres tienen la posibilidad legal de interrumpir su embarazo.
-¿Suelen cumplirlo?
-En general, sí. Cada vez son más conscientes, pero tenemos pacientes que vienen a dar a luz sin haber ido ni una sola vez al médico desde que se quedaron embarazadas por motivos que desconocemos. Sobre todo, en las clases sociales más desfavorecidas y en determinadas etnias. Nos pasa con los gitanas, aunque cada vez menos, y con algunas inmigrantes. No con las latinoamericanas, pero sí, por ejemplo, con las rumanas.

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jueves, 11 de febrero de 2010

0 comentarios 2/11/2010

Carlos González: La lactancia evita el cáncer de mama.

Escrito por Viviana - Categoria ,
“Por cada 12 meses más de duración media de la lactancia materna, se podrían evitar, en los países desarrollados, 50.000 casos de cáncer de mama al año, un 11% DEL TOTAL, según los resultados de 47 estudios realizados en 30 países por el Grupo de Colaboración sobre Factores Hormonales en el Cáncer de Mama (…)”

“Pero es que además la lactancia materna previene el cáncer de ovario, la osteoporosis y la anemia en la madre. Y todo esto es apenas nada comparado con los efectos sobre la salud del bebé. ¿Qué esperan los ministerios de salud para convertir la lactancia materna en una de sus prioridades?”
Carlos González

La postura oficial nos informa de que la prevención es importante: ejercicio, dieta, evitar el tabaco, … pero se olvidan de algo efectivo para miles de mujeres y gratuito: la lactancia materna.

Carlos González, pediatra, experto en lactancia materna y autor de tres libros de culto de la crianza y la lactancia, explica en este contundente artículo que la lactancia puede evitar un 11% de casos y que las mamografías son discutibles, recuerda el negocio que hay detrás de la alimentación artificial de los bebés, recrimina a las autoridades su estrategia centrada en radiografías y les demanda que apoyen a las madres que desean optar por la lactancia desde todos los frentes.

El artículo se titula “La lactancia evita el cáncer de mama” y fue publicado en el 2007, en la revista Única:
Por cada 12 meses más de duración media de la lactancia materna, se podrían evitar, en los países desarrollados, 50.000 casos de cáncer de mama al año, un 11% del total, según los resultados de 47 estudios realizados en 30 países por el Grupo de Colaboración sobre Factores Hormonales en el Cáncer de Mama.

Las autoridades sanitarias luchan desde hace décadas contra el cáncer de mama. Al principio se aconsejaba la autoexploración, ¿se acuerda? Hace ya mucho que se demostró que no sirve para nada.

Ahora se promocionan las mamografías periódicas. Su eficacia es muy discutida, pero al menos algunos expertos creen que pueden servir para algo. No para evitar el cáncer, sino para detectarlo pronto y poder curarlo, lo que los médicos llamamos “prevención secundaria”.

Se dedica mucho dinero a realizar cientos de miles de radiografías, a formar a cientos de especialistas que las practican, a escribir cartas que recuerdan a las mujeres que ya les toca la prueba. Y cuando en esas radiografías se detecta algo no es el fin, sino apenas el principio de años de duros tratamientos, muy costosos para el sistema sanitario, enormemente angustiosos y dolorosos para las pacientes, sin éxito asegurado.

En cambio, la lactancia es una “prevención primaria” de miles de mujeres que se evitarían así la biopsia, los efectos secundarios de la medicación, los riesgos de la intervención… jamás tendrían cáncer. De momento es la única estrategia conocida y aplicable para prevenir el cáncer de mama (tener muchos hijos también ayudaría, pero hay que reconocer que no es tan fácil de aplicar).

Solo por eso, por prevenir el cáncer de mama, deberían los gobiernos gastar millones en ayudar a las madres lactantes, impulsar los hospitales amigos de los niños, formar a los profesionales, alargar el permiso de maternidad… Pero es que además la lactancia materna previene el cáncer de ovario, la osteoporosis y la anemia en la madre. Y todo esto es apenas nada comparado con los efectos sobre la salud del bebé.

¿Qué esperan los ministerios de salud para convertir la lactancia materna en una de sus prioridades?

Pero (siempre hay un pero), el aumento de la duración de la lactancia significaría que casi ningún niño tomaría el biberón. Hace mucho tiempo, cuando aún había pesetas, los niños españoles consumían cada año unos 20.000 millones de pesetas en leche de biberón. La realidad es que la lactancia materna es buena para la salud de todas, pero es mala para la economía. De algunos.

Carlos González


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lunes, 1 de febrero de 2010

1 comentarios 2/01/2010

Organizacion "The Rebozo Way": A la Manera del Rebozo

Escrito por Viviana - Categoria ,
El Proyecto "A la Manera del Rebozo" es una organización internacional dedicada a promover la paternidad en brazos, especialmente enfocada a los métodos tradicionales de cargar a los bebés. En muchos países industrializados del mundo actual, los bebés son colocados en asientos para coche, sillas de plástico o en carreolas, durante la mayor parte del tiempo en que están despiertos y rara vez están en contacto directo con otros seres humanos. Cuando están en casa, los ponen en cunas, columpios, andaderas o corrales y sólo los cargan brevemente, cuando dan lata o necesitan que se les cambie o se les dé de comer.

En muchos de los países con tecnología menos avanzada, incluyendo a México, todavía encontramos a los bebés en brazos de sus madres o de otros parientes, quienes les hablan, los abrazan o los llevan consigo mientras realizan sus actividades diarias. Esta es una manera tan natural y normal de ver a los bebés y de estar con ellos, que muchas personas no pueden siquiera imaginar que en otros lugares los bebés sean tratados de un modo diferente, o que sea necesario recordarle a la gente lo importante que es abrazar y cargar a sus bebés mientras trabajan en los quehaceres diarios.

El modo de vida del Rebozo no sólo se refiere al uso de éste para arrullar, al bebe sino a mantener con él un contacto físico y emocional. El objetivo del proyecto es, en parte, recordarnos lo importante que es llevar a nuestros pequeños con nosotros para considerarlo como una elección, así como abrazar y amar a nuestros bebés, en lugar de sentirnos agobiadas y limitadas cuando los cargamos.

Nosotros reconocemos que America Latina, incluyendo a México, tiene una herencia única y especial: la de un region cuya gente ha llevado a los bebés en rebozo, o chale o tela, desde los tiempos prehispánicos y haciendo esto, ha creado una sociedad que ama y protege a los niños, que honra a la familia y las relaciones entre las personas y que el carácter único de los latinoos siempre ha estado influenciado por esta práctica, de cargar a los pequeños en rebozo.

Actualmente, America Latina, incluyendo a México, se encuentra en una etapa en la que muchos sienten que los antiguos métodos ya no funcionan en estos tiempos modernos y así, observamos como los países tecnológicamente más avanzados tratan a sus bebés, para poder imitarlos. Cada vez hay más bebés a los que no se les carga con frecuencia ni se les mantiene cerca y el uso el rebozo es considerado por algunos como un signo de atraso, de ignorancia, de pobreza o como una falta de opciones en la vida. Más y más bebés pasan gran parte del día andaderas, las cuales no les permiten desarrollarse de un modo natural, o sea: de estar primero en brazos, para después comenzar a gatear y finalmente a caminar.

Existen estudios que han demostrado que la falta de la etapa del gateo, impide el óptimo desarrollo del cerebro y la inteligencia; otros estudios han demostrado que los bebés cargados en brazos, por lo menos durante 3 horas al día, están más preparados para desarrollarse, aprenden a vivir la mayoría del tiempo en un estado de quietud alerta y lloran un 50% menos que los bebés que pasan la mayor parte del día en artefactos y sólo se les carga cuando lloran o dan lata.

La gente latina puedan sentirse orgullosos de su herencia. Siéntanse orgullosos del valor que tengan en sus relaciones familiares y del caracter calido que se da en el conjunto de la sociedad. Estos aspectos se han perdido para mucha gente en la mayoría de las sociedades industrializadas y ahora, esta gente se está congregando para hablar acerca de cómo pueden ser recuperados estos atributos en sus culturas. La gente latino puedan guirnos en maneras de tener a los bebes, y a las familias, intimias y carinosas. Lleven a sus bebés en rebozo con orgullo y enseñen a sus hijas, a sus nueras y también a sus hijos y esposos, a seguir haciéndoles caso a sus bebés, a cargarlos, a abrazarlos y a mantenerlos cerca de ellos. No les pesará la energía que pongan en sus hijos, pues ustedes estarán creando familias fuertes y con ellas, un pais fuerte y también les estarán dando a sus niños amor y autoestima con los que saldrán al mundo en donde tratarán a los demás con el mismo amor y cuidado que ellos han recibido.

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miércoles, 20 de enero de 2010

3 comentarios 1/20/2010

Quiereme cuando menos me lo merezca porque es cuando mas lo necesito

Escrito por Viviana - Categoria
Qué es una rabieta

Cuando nacemos, el principal plan que tiene la naturaleza con nosotros es que podamos sobrevivir. Para ello nos "apega" con las personas que nos cuidan, ya que está comprobado que teniendo a un cuidador cerca vivimos más (recordad que somos una especie muy incompletita cuando nacemos). Por eso es tan importante que los bebés nos reclamen cuando no estamos cerca y por ello es tan importante que nosotros intentemos satisfacer sus necesidades más importantes (alimento, sueño, higiene, contacto.), solo así se crea un apego seguro entre el niño y sus padres: el niño se da cuenta que tiene personas que le quieren y que le van a cuidar pase lo que pase, y por eso será un niño feliz.

Es importante durante los primeros años de la vida de un niño dejarle bien clarito que "siempre" estaremos con él, que "siempre" le querremos y le cuidaremos, aunque a veces no nos guste "exactamente" lo que hace. Eso es la base de una personalidad segura, independiente y con una autoestima capaz de soportar altibajos y adversidades. Alrededor de los dos años (puede variar según el niño) la supervivencia del niño está ya más garantizada (se desplaza solo, puede comer casi de todo y con sus propias manos, es autónomo en sus actos más vitales ..) y la naturaleza (¡qué sabia que es!) tiene otro plan para nosotros: si al principio era "apegarnos" para sobrevivir, ahora nos prepara para la independencia (pensad que sin independencia no crearíamos una familia propia, y eso es básico para el plan reproductor de la naturaleza). La independencia y autonomía es un largo camino que se va adquiriendo con la edad y a estas edades empezamos de una forma muy rudimentaria.

¿Cómo hace el niño para manifestar su independencia? Pues dada su edad es una estrategia muy simple: consiste solamente en negar al otro. Su palabra más utilizada es el "no" y es fácil de entender porque, negando al otro, empieza a expresar lo que él "no es" porque aún no sabe realmente lo que "es".Intento explicarme mejor: ¿Cómo se yo (niño) que soy otro y puedo hacer cosas diferentes a mis padres? ¡Pues llevándoles la contraria! Puede que aún no tenga claro lo que voy a ser pero así sé lo que no soy: yo no soy mis padres, por lo tanto ¡soy otro!

El único problema para los niños, es que les conlleva un conflicto emocional importante porque como los padres no entienden lo que pasa y normalmente se enfadan con ellos, los niños notan que se están enfrentando a los seres que más quieren y eso les provoca una ambivalencia de sentimientos. Eso, nada y más y nada menos son las famosas rabietas: una lucha interior entre lo que debo hacer por naturaleza y una incomprensión de mis padres hacia tales actos que me provocan unos sentimientos ambivalentes y negativos. Esa ofuscación entre querer una cosa, no entender lo que pasa y el rechazo paterno, es la fuente de la mayoría de las rabietas. Por eso lo mejor es dejarle claro que haga lo que haga siempre le queremos y le comprendemos, aunque a veces no estemos de acuerdo. Muchos padres viven esta etapa con mucha ansiedad porque piensan que es una forma que tienen sus hijos de rebeldía, tomarles el pelo y desobediencia. Nada más lejos. En estas conductas del niño no hay ningún sentido de "ponernos aprueba" ni hay ningún juego de poder entre medio (bueno a veces los padres sí que se lo toman como tal, pero el niño nunca pretende "desafiar" al adulto, solo hacer cosas diferentes a sus padres). Si el niño lleva la contraria a sus padres es para comunicarles algo muy importante: "¿lo ves?, me hago mayor. ¡Yo no soy tú! Puedo querer, desear y hacer cosas que tu no quieres".

¿Qué hacemos ante una rabieta? La mejor manera de superar las rabietas la resumo en cinco puntos

1- Comprendiendo que el niño no pretende tomarnos el pelo. Esta simple convicción hará que seamos más flexibles con ellos (y por lo tanto se evitan muchos conflictos). Solamente pretende mostrarnos su identidad diferenciada.

2- Dejando que pueda hacer aquello que quiere. "¿Y si es peligroso o nocivo?" -me preguntareis-. Evidentemente lo primero es salvaguardar la vida humana, pero los niños raramente piden cosas nocivas, ¿saben lo más peligroso que me pidieron mis hijos cuando eran pequeños? ¡Ir sin atar en la sillita del coche!. Evidentemente les dije que no, y no arrancamos hasta que estuvieron convencidos, pero no me han pedido nunca nada tan peligroso. Bueno, una vez mi hijo mayor cogió una pequeña rabieta porque quería un cuchillo "jamonero", pero la culpa era más mía por dejar a su vista (y alcance) un cuchillo de tales dimensiones, que él por pedirlo. ¿No? El hecho de que quieran llevar una ropa diferente a la que nosotros queremos puede que atente contra el buen gusto, pero raramente atentará contra la vida humana. Lo mismo pasa con alguna golosina o con otras cosas. Si usted es un padre que vigila que el entorno de su hijo sea seguro, es difícil que pueda pedir o tocar algo nocivo para él. El hecho de el niño pueda experimentar el resultado de sus acciones sin notar el rechazo paterno hará que no se sienta mal ni ambivalente (y, de paso, evitamos la rabieta).

3- Evitando tentaciones. Los comerciantes saben perfectamente que los niños piden cosas que les gustan (por eso en los grandes supermercados suelen poner chucherías en las líneas de caja) ¿Acaso pensaba que el suyo es el único niño que montaba en cólera por una chuchería? Si su hijo es de los que pide juguetes cuando los ve expuestos o chucherías si las tiene delante ¿Qué espera?. Intente evitar esos momentos (no se lo lleve de compras a una juguetería o intente buscar una caja donde hacer cola que no tenga expositor de juguetes ni dulces) o pacte con él una solución ("Cariño vamos al super. Mamá no puede estar comprando cada día chuches porque no son buenas para tu barriguita, así que solo elegiremos una cosita"). Si los mayores nos rendimos muchas veces a una tentación (el que esté libre de pecado que tire la primera piedra) ¿Por qué pensamos que un niño puede contenerse más que nosotros?

4- Podemos expresar nuestra disconformidad, pero no atacamos la personalidad del niño o valoramos negativamente su conducta. Es decir, mi hijo no es más bueno o malo porque ha hecho una cosa bien o no. Mi hijo siempre es bueno, aunque a veces yo no le entienda o no me guste lo que ha hecho. En este sentido vean este diálogo: Mamá: Cariño ha venido tía Marta. Ve a darle un beso. Niño: No quiero, mamá: ¿Cómo que no quieres? Esto está mal. ¡Eres un niño malo! Tía Marta te quiere mucho y tú no la quieres. Mamá no te querrá tampoco. A partir de aquí puede haber dos opciones o el niño monta una pataleta del tipo: ¡eres tonta y tía Marta también! Y ya la tenemos liada. O bien, ante la idea de perder el amor de su madre, va y le da un beso a tía Marta, a lo que su madre responde: "¡Que bien! Así me gusta ¡Qué bueno eres!" con lo que el niño aprende que es bueno cuando no se porta como él siente y que solo obra bien cuando hace lo único que quiere su madre. Es decir: se nos quiere cuando disfrazamos nuestros sentimientos. Ninguna de las dos soluciones es correcta porque en ningún momento hemos evitado atacar la personalidad del niño (eres malo) y hemos valorado su conducta (esto esta mal o esto está bien). Si en lugar de ello hubiéramos entendido sus emociones, a pesar de mostrar nuestra disconformidad, el resultado podría haber sido: Mamá: cariño ha venido tía Marta. Ve a darle un beso. Niño: No quiero. Mamá: Vaya, parece que no te apetece dar un beso a la tía marta. (Reconocemos sus sentimientos) Niño: sí. Mamá: Cuando las personas van de visita a casa de otra se les da un beso de bienvenida, aunque en ese momento no se tengan muchas ganas ¿lo sabías? Niño: No. (Y si dice que sí, es lo mismo). Mamá: ¿vamos pues a darle un beso de bienvenida a tía Marta?

Normalmente a estas alturas el niño (que ha visto que le han entendido y que no le han valorado negativamente) suele contestar que sí. En el hipotético caso de que siga con su negativa podemos mostrar nuestra disconformidad: Mamá: El hecho de que no se lo des me disgusta, porque en esta casa intentamos que la gente se sienta bien. ¿Qué podemos hacer para que tía Marta se sienta bien sin tu beso? (a lo mejor tía Marta es una barbuda de mucho cuidado y a su hijo no le apetece darle un beso, pero eso no implica que quiera que se sienta ofendida). Niño: le diré hola y le tiro un beso. Mamá: Me parece que has encontrado una solución que nos va a gustar a todos. ¡Vamos!

5- Las rabietas se pasan con la edad. Es decir, llega un día en que el niño adquiere un lenguaje que le permite explicarse mejor que a través del llanto y las pataletas. También llega un día en que sabe lo que "es" y "quiere" y lo pide sin llevar la contraria a nadie. Llega un momento en que, si no hemos impedido sus manifestaciones autónomas y de autoafirmación, tenemos un hijo autónomo, que sabe pedir adecuadamente lo que quiere porque ha aprendido que nunca le hace falta pedirlo mal si su petición es razonable. ¿Cómo hacer que llegue antes este momento en que finalizan las rabietas? Por una parte hemos de procurar que en la etapa anterior (la del apego que explicábamos al principio) el niño esté correctamente apegado: un niño inseguro tardará más en pasar esta etapa de independencia. Así que si quiere que su hijo sea autónomo, mímele todo lo que pueda cuando sea pequeño. Para adquirir la independencia se necesita seguridad y la seguridad se adquiere con un buen apego. Una vez haya llegado a la etapa de las rabietas, hemos de intentar que se solucionen cuanto antes. Nada de esto se dará si coartamos su deseo de separarse de nosotros, ya que lo único que se obtiene "intentando" que no se salga con la suya es un niño sumiso o rebelde (depende del tipo y grado de disciplina o autoridad empleada). Normalmente si les "ignoramos" suelen volverse más sumisos y dependientes (otro día os explico los mecanismos psicológicos de ignorar conductas), aunque lo que vemos es un niño que se doblega y "parece" que mejore en sus rabietas. Pero la causa que provoca esa rabieta sigue en él y se manifestará de otra forma (ahora o en la adolescencia). Sé que es difícil acordarse de todo ante una rabieta infantil. Sé que es difícil razonar cuando estamos a punto de perder la razón. Sé que es difícil, y por eso, ante la duda de no saber como actuar, intente querer a su hijo al máximo porque él lo estará necesitando, ya que las rabietas también hacen sentirse mal a los niños.

"Quiéreme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite" o lo que es lo mismo: "intenta ponerte en mi lugar porque yo también lo estoy pasando mal".

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