“Pecho libre demanda”- ésta suele ser una frase usada habitualmente por el equipo médico, pero ¿qué significa realmente?
Durante las primeras horas de vida el bebé permanece alerta y es en esos momentos en los que se debe aprovechar para instaurar una buena técnica de lactancia y así favorecer el aumento de la cantidad de leche que se produce.
En las siguientes horas el bebé pasará la mayor parte del tiempo dormido y es ahí donde la madre se preocupa acerca de la frecuencia y duración con la que debe alimentar a su bebé. La respuesta que me parece más clara ante esta interrogante es: depende…claro, porque cada niño o niña es distinto a otro y la madre debe dedicarse a conocer bien a este nuevo integrante de la familia que, aunque estuvo dentro de ella, hoy es una persona individual que depende de ella. Hay recién nacidos que succionan en forma rápida y vacían los pechos con pocas mamadas, otros en cambio suelen ser lentos tomando periodos de descanso entre medio. Hay también madres que secretan gran cantidad de leche y el bebé queda satisfecho a poco mamar. Es común que en los primeros días de vida la succión sea menos eficiente y la producción de leche menor, por lo que el bebé debe alimentarse en forma más frecuente y con el pasar de los días el intervalo entre una mamada y otra será mayor.
Estudios demuestran que los bebés que se alimentan a libre demanda recuperan más rápidamente el peso de nacimiento y suelen tener una lactancia exitosa más larga que aquellos a los que se le da pecho con reloj en mano y se les obliga a alimentarse cada determinadas horas.
Es importante además que la madre descanse y que cuente con los recursos y el apoyo de la familia para que esto sea posible.
También es beneficioso el alojamiento conjunto de la madre y el niño, para permitir el amamantamiento nocturno.
En resumen:
* Dar de un pecho hasta que el bebé lo suelte en forma voluntaria, tratando de que vacíe un pecho y del otro pecho tome lo que pueda. En la siguiente toma, empezar por el pecho que se terminó.
* Dar pecho cada vez que el bebé lo pida. Si bien en un principio puede ser algo frecuente y desorganizado, con el paso de los días el bebé comenzará a succionar mejor y las mamadas se harán más efectivas, tomando menos veces en el día.
* No dejar que pasen más de tres horas de intervalo entre una y otra mamada. Hay bebés que son mas dormilones, pero se les debe despertar con masajes suaves o mojando suavemente la cara, dejar dormir por mas tiempo podría provocar un aumento inadecuado de peso.
* Amamantar durante la noche, según la demanda del bebé, esto aumentará la producción de leche y permitirá una lactancia más prolongada
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