tag:blogger.com,1999:blog-33734042620967114172024-03-13T21:03:20.881-06:00Crianza en CancunVivianahttp://www.blogger.com/profile/10703988504946718633noreply@blogger.comBlogger4125tag:blogger.com,1999:blog-3373404262096711417.post-43185785908313226232010-06-21T09:52:00.001-05:002010-06-21T09:52:00.066-05:00Crudo video sobre el Metodo Estivill<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_utBOfwmIBzg/TB6p-THMuOI/AAAAAAAADOU/2OYW8P35Rtg/s1600/125ccun.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 125px; height: 125px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_utBOfwmIBzg/TB6p-THMuOI/AAAAAAAADOU/2OYW8P35Rtg/s200/125ccun.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485008283931293922" /></a>Este es un video totalmente cruel, tanto como lo es el Metodo Estivill.<br /><br />Anticipo que contiene imagenes fuertes, asi que les pido discreción al verlo.<br /><br />Hay que difundir la crianza con respeto, para que estas atrocidades desaparezcan.<br /><span class="fullpost"> <br /><center><object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/c8d5m3LYHws&hl=es_ES&fs=1&color1=0x006699&color2=0x54abd6"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/c8d5m3LYHws&hl=es_ES&fs=1&color1=0x006699&color2=0x54abd6" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object><br /></center></span>Vivianahttp://www.blogger.com/profile/10703988504946718633noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3373404262096711417.post-33115050563712250162009-08-05T06:22:00.000-05:002009-08-05T06:22:00.416-05:00El bebé emocional: Enrique BlayUn bebé nace a los más o menos nueve meses de gestación y parece que esté totalmente formado. Sin embargo, en un aspecto crucial, no está preparado para el mundo. Su cerebro no está, ni mucho menos, plenamente desarrollado. Si tuviera que esperar hasta entonces, tendría que pasar otros doce meses en el útero. Hay una razón muy sencilla por la que no puede quedarse tanto tiempo. Para nacer, el bebé tiene que pasar por en medio de la pelvis. Si pasara más tiempo en el útero su cabeza sería demasiado grande para pasar. Así que, si el bebé quiere salir al mundo, tiene que hacerlo ahora, esté preparado su cerebro o no.<br /><br />De hecho, en el cerebro del bebé, se van a construir alrededor de 1.000 millones de conexiones neuronales hasta los tres años de edad. La calidad y efectividad de estas conexiones dependen básicamente de dos factores: el alimento nutriente y el alimento afectivo.<br /><span class="fullpost"><br />El alimento nutriente aporta las sustancias necesarias -proteínas, hidratos, grasas, vitaminas, minerales, etc.- para la construcción y desarrollo orgánico. El alimento afectivo –cariño, protección, atención, contacto, etc.- satisface todas sus necesidades psicoemocionales. Tan importante un alimento como el otro, tal como, lamentablemente, se ha podido comprobar en guarderías chinas o rumanas, entre otras, en que los bebés reciben suficiente alimento nutriente pero ningún alimento afectivo ya que no son abrazados, ni besados, ni atendido su llanto o simplemente cogidos en brazos. Sus retrasos psicomotrices, las patologías psicológicas o incluso la muerte, son las consecuencias.<br /><br />Tenemos tres preciosas herramientas para ofrecer alimento afectivo a nuestro hijos. Herramientas que responden a las necesidades afectivas del bebé, producto de su especial forma de percepción: la percepción emocional. Estas herramientas son:<br /><span style="font-weight:bold;"><br />1- El colecho<br />2- La atención del llanto<br />3- La lactancia<br /><br />El colecho</span>, entendido como el acto de dormir juntos padres y bebé, en la misma cama o en otra a su lado, cubre la necesidad del bebé de sentirse seguro, protegido, acompañado, atendido. Tal cómo el Dr. Carlos González apunta en su libro “Bésame mucho”, es normal que los bebés se despierten por la noche cada dos o tres horas, debido al instinto ancestral que permanece en el ser humano, como buen mamífero que es. Este instinto es fruto del hábito de las crías de mamífero, que en medio de la sabana o de la jungla, necesitan de la protección de su madre, especialmente por la noche, en que los depredadores tienen la costumbre de salir a cenar. La cría, por ejemplo de una gacela, va despertándose periódicamente. Gime y si nota la presencia de su madre se vuelve a dormir. Si no está su madre sube el tono en intensidad para reclamar su protectora presencia. Evidentemente, por puro proceso evolutivo, han sobrevivido las crías que seguían este proceso de alarma, las otras, eran cena segura para sus depredadores. Además de este componente antropológico, el ser humano, por sus propias características de desarrollo y perceptivas tiene unas grandes necesidades de afecto, incluidas las de la noche. Es necesario nombrar aquí un método perfecto para negar esas necesidades afectivas y hacer sufrir a los bebés y niños, que por desgracia ha tenido gran resonancia mediática. <br /><br /><span style="font-weight:bold;">El método del Dr. Estivill.</span> <br /><br />Método cruel con el bebé o niño, ignorante de sus necesidades de alimento afetivo, de las secuelas psicológicas que puede producir y sin ninguna base científica tal como la psicóloga Rosa Jové, en su libro “Dormir sin lágrimas”, demuestra más que suficientemente.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">La atención del llanto</span> parte de la indudable premisa de que si un bebé llora es por algo. Porque tiene hambre, porque se encuentra mal o porque expresa emociones. ¿Dudaríamos en alimentar a nuestro hijo si tiene hambre? ¿Nos pensaríamos procurarle medicamentos o asistencia médica si se encuentra enfermo? ¿Porqué nos vamos a resistir a satisfacer sus necesidades emocionales? Emociones presentes o pasadas, como pueden ser las de su nacimiento, que aún tiene que procesar. Atender el llanto significa satisfacer sus demandas, significa otorgarle seguridad, confianza, apoyo. La atención del llanto es el inicio de la escucha emocional a nuestros hijos, que debe acompañarnos en toda su crianza y educación. La escucha emocional es fundamental para asentar y desarrollar el imprescindible vínculo afectivo entre padres e hijos, base de un desarrollo psicoemocional en armonía.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">La lactancia </span>satisface tanto las necesidades de alimento nutriente como las de alimento afectivo. Es un acto de amor en que la madre entrega tanto su cuerpo (leche materna, piel a piel, mirada, caricias, olor, palabras suaves), como sus sentimientos (afecto, protección, amor). Siempre hay que apuntar, para las madres que no pueden dar lactancia, aún deseándolo, en general por un problema de entorno del parto que dificulta su inicio o por mal asesoramiento en las formas (de ahí el gran trabajo de las Asociaciones de Lactancia en el apoyo y asesoramiento a las madres), que también un biberón dado con amor, es un buen alimento afectivo. Eso sí, siempre debe priorizarse la lactancia, al fin y al cabo es la herramienta más perfecta que nos ofrece la naturaleza para alimentar, en todos los sentidos, a nuestros bebés (y además es gratis).<br /><br />Uno de los factores que más dificulta la lactancia a demanda y prolongada, en la mujer que trabaja fuera de casa, es la incorporación al trabajo después del, a todas luces, insuficiente permiso por maternidad. Otro factor es el poco apoyo que, generalmente, encuentra la madre en los pediatras desconocedores del proceso de la lactancia, tanto en formas, como en el particular desarrollo del bebé lactante. Y por último la incomprensión social (familiares, amigos, entorno laboral y sociedad en general) que critican y “machacan” a las madres que optan por la lactancia a demanda y prolongada en el tiempo, igual que pasa con el colecho y con la atención del llanto. Cómo una madre practique el colecho, la lactancia y atienda el llanto de su bebé, tiene asegurados augurios nefastos que le garantizarán un hijo inseguro, dependiente de sus padres y desgraciado para el resto de su vida. Y mira por dónde la experiencia nos demuestra todo lo contrario. Un bebé, un niño, atendido en sus necesidades emocionales, es un niño, que en su proceso de desarrollo natural (no cuando a nosotros nos convenga) adquirirá seguridad. Seguridad que le permitirá abrirse al mundo con confianza e independencia. Es un niño que se sentirá amado y por lo tanto tendrá autoestima. Autoestima que le permitirá afrontar las dificultades en su camino. Es un niño que desarrollará una gran inteligencia emocional, definida como la capacidad de ser feliz, de no dejarse dominar por la adversidad, de elegir tu vida y establecer relaciones armoniosas con los demás. ¿Quién no desearía algo semejante para sus hijos? Pues es muy fácil, simplemente hay que amarlos (alimento afectivo) y que ellos lo sientan así.<br />Toda mujer y todo hombre han sido una vez niños y en la medida en que ese niño se sintió amado, así se ama ahora a sí mismo, a los demás, al Mundo y al Universo entero. Quien ama a un niño, siembra amor para el futuro.”<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://img125.imageshack.us/img125/4432/fotoenri3xk6.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 100px; height: 136px;" src="http://img125.imageshack.us/img125/4432/fotoenri3xk6.jpg" border="0" alt="" /></a>Enrique Blay<br /><br />Dpdo. en Psicología del Desarrollo - Terapeuta Psico-emocional, en<br />"ARA- Psicología / Psico-emocional" www.ara-terapia.com<br />Centro asociado a la Plataforma Pro Derechos del Nacimiento<br /></span>Vivianahttp://www.blogger.com/profile/10703988504946718633noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3373404262096711417.post-44535784390228567822009-07-27T05:14:00.002-05:002009-07-27T05:14:00.365-05:00Declaracion sobre el llanto de los bebes<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_utBOfwmIBzg/SmdY3wmEIFI/AAAAAAAAAkQ/Hesnu8vz65Y/s1600-h/BebeLlorando.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 100px; height: 144px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_utBOfwmIBzg/SmdY3wmEIFI/AAAAAAAAAkQ/Hesnu8vz65Y/s200/BebeLlorando.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5361351596368470098" /></a><blockquote>Cuando un recién nacido aprende<br />en una sala de nido que es inútil gritar...<br />está sufriendo su primera experiencia<br />de sumisión. (Michel Odent)</blockquote><br />Esta declaración está firmada por multitud de profesionales cercanos a los niños y otros no tan cercanos, por madres, padres y abuelos y desde hoy también por mi.<br /><br />Hombres y mujeres, científicas y profesionales que trabajamos en distintos campos de la vida y del conocimiento, madres y padres preocupados por el mundo en el que nuestros hijos e hijas van a crecer, hemos creído necesario hacer la siguiente declaración:<br /><br />Es cierto que es frecuente que los bebés de nuestra sociedad Occidental lloren, pero no es cierto que 'sea normal'. Los bebés lloran siempre por algo que les produce malestar: sueño, miedo, hambre, o el más frecuente, y que suele ser causa de los anteriores, la falta del contacto físico con su madre u otras personas del entorno afectivo.<br /><br />El llanto es el único mecanismo que los bebés tienen para hacernos llegar su sensación de malestar, sea cual sea la razón del mismo; en sus expectativas, en su continuum filogenético no está previsto que ese llanto no sea atendido, pues no tienen otro medio de avisar sobre el malestar que sienten ni pueden por sí mismos tomar las medidas para solventarlo. <br /><span class="fullpost"><br />El cuerpo del bebé recién nacido está diseñado para tener en el regazo materno todo cuanto necesita, para sobrevivir y para sentirse bien: alimento, calor, apego; por esta razón no tiene noción de la espera, ya que estando en el lugar que le corresponde, tiene a su alcance todo cuanto necesita; el bebé criado en el cuerpo a cuerpo con la madre desconoce la sensación de necesidad, de hambre, de frío, de soledad, y no llora nunca. Como dice la norteamericana Jean Liedloff, en su obra The Continuum Concept, el lugar del bebé no es la cuna ni la sillita ni el cochecito, sino el regazo humano. Esto es cierto durante el primer año de vida; y los dos primeros meses de forma casi exclusiva (por eso la antigua famosa 'cuarentena' de las recién paridas); luego, los regazos de otros cuerpos del entorno pueden ser sustitutivos algunos ratos. El propio desarrollo del bebé indica el fin del periodo simbiótico: cuando el bebé empieza a andar: entonces empieza poco a poco a hacerse autónomo y a deshacerse el estado simbiótico.<br /><span style="font-weight:bold;"><br />La verdad es obvia, sencilla y evidente.</span> <br /><br />El bebé lactante toma la leche idónea para su sistema digestivo y además puede regular su composición con la duración de las tetadas, con lo cual el bebé criado en el regazo de la madre no suele tener problemas digestivos.<br /><br />Cuando la criatura llora y no se le atiende, llora con más y más desesperación porque está sufriendo. Hay psicólogos que aseguran que cuando se deja sin atender el llanto de un bebé más de tres minutos, algo profundo se quiebra en la integridad de la criatura, así como la confianza en su entorno.<br /><br />Las madres y los padres, aunque nos han educado en la creencia de que 'es normal que los niños lloren' y que 'hay que dejarles llorar para que se acostumbren', y por ello estamos especialmente insensibilizadas para que su llanto no nos afecte, a veces no somos capaces de tolerarlo. Como es natural si estamos un poco cerca de ellos, sentimos su sufrimiento y lo sentimos como un sufrimiento propio. Se nos revuelven las entrañas y no podemos consentir su dolor. No estamos del todo deshumanizadas. Por eso los métodos conductistas proponen ir poco a poco, para cada día aguantar un poquito más ese sufrimiento mutuo. Esto tiene un nombre común, que es la ‘administración de la tortura', pues es una verdadera tortura la que infligimos a los bebés cuando hacemos ésto, y nos infligimos a nosotras mismas, por mucho que se disfrace de norma pedagógica o pediátrica.<br /><br />Varios científicos estadounidenses y canadiense (biólogos, neurólogos, psiquiatras, etc.), en la década de los noventa, realizaron diferentes investigaciones de gran importancia en relación a la etapa primal de la vida humana; demostraron que el roce piel con piel, cuerpo a cuerpo, del bebé con su madre y demás allegados, produce unos moduladores químicos necesarios para la formación de las neuronas y del sistema inmunológico; en fin, que la carencia de afecto corporal trastorna el desarrollo normal de las criaturas humanas. Por eso los bebés, cuando se les deja dormir sol@s en sus cunas, lloran reclamando lo que su naturaleza sabe que les pertenece.<br /><br />En Occidente se ha creado en los últimos 50 años una cultura y unos hábitos, impulsados por las multinacionales del sector, que elimina este cuerpo a cuerpo de la madre con la criatura y deshumaniza la crianza: al sustituir la piel por el plástico y la leche humana por la leche artificial, se separa más y más a la criatura de su madre. Incluso se han fabricado modelos de walkyes talkys especiales para escuchar al bebé desde habitaciones alejadas de la suya. El desarrollo industrial y tecnológico no se ha puesto al servicio de las pequeñas criaturas humanas, llegando la robotización de las funciones maternas a extremos insospechados.<br /><br />Simultáneamente a esta cultura de la crianza de los bebés, se medicaliza cada vez más la maternidad de las mujeres; lo que tendría que ser una etapa gozosa de nuestra vida sexual, se convierte en una penosa enfermedad. Entregadas a los protocolos médicos, las mujeres adormecemos la sensibilidad y el contacto con nuestros cuerpos, y nos perdemos una parte de nuestra sexualidad: el placer de la gestación, del parto y de la exterogestación, lactancia incluida. Paralelamente las mujeres hemos accedido a un mundo laboral y profesional masculino, hecho por los hombres y para los hombres, y que por tanto excluye la maternidad; por eso la maternidad en la sociedad industrializada ha quedado encerrada en el ámbito privado y doméstico. Sin embargo, durante milenios la mujer ha realizado sus tareas y sus actividades con sus criaturas colgadas de sus cuerpos, como todavía sucede en las sociedades no occidentalizadas. La imagen de la mujer con su criatura tiene que volver a los escenarios públicos, laborales y profesionales, so pena de destruir el futuro del desarrollo humano.<br /><br />A corto plazo parece que el modelo de crianza robotizado no es dañino, que no pasa nada, que las criaturas sobreviven; pero científicos como Michel Odent (1999 y www.primal-health.org), apoyándose en diversos estudios epidemiológicos, han demostrado la relación directa entre diferentes aspectos de esta robotización y enfermedades que sobrevienen en la edad adulta. Por otro lado, la violencia creciente en todos los ámbitos tanto públicos como privados, como han demostrado los estudios de la psicóloga suizo-alemana Alice Miller (1980) y del neurofisiólogo estadounidense James W. Prescott (1975), por citar sólo dos nombres, también procede del mal trato y de la falta de placer corporal en la etapa primera de la vida humana. También hay estudios que demuestran la correlación entre la adicción a las drogas y los trastornos mentales, con agresiones y abandonos sufridos en la etapa primal. Por eso los bebés lloran cuando les falta lo que se les quita ; ell@s saben lo que necesitan, lo que les correspondería en ese momento de sus vidas.<br /><br />Deberíamos sentir un profundo respeto y reconocimiento hacia el llanto de los bebés, y pensar humildemente que no lloran porque sí, o mucho menos, porque son malos. Ellas y ellos nos enseñan lo que estamos haciendo mal.<br /><br />También deberíamos reconocer lo que sentimos en nuestras entrañas cuando un bebé llora; porque pueden confundir la mente, pero es más difícil confundir la percepción visceral. El sitio del bebé es nuestro regazo: en esta cuestión, el bebé y nuestras entrañas están de acuerdo, y ambos tienen sus razones.<br /><br />No es cierto que el co-lecho (la práctica de que los bebés duerman con sus padres) sea un factor de riesgo para el fenómeno conocido como ‘muerte súbita'. Según The Foundation for the Study of Infant Deaths, la mayoría de los fallecimientos por 'muerte súbita' se producen en la cuna. Los estudios demuestran que es más seguro para el bebé dormir en la cama con sus padres que dormir solo.<br />Por todo lo que hemos expuesto, queremos expresar nuestra gran preocupación ante la difusión del método propuesto por el neurólogo E. Estivill en su libro Duérmete Niño (basado a su vez en el método Ferber divulgado en Estados Unidos), para fomentar y ejercitar la tolerancia de las madres y los padres al llanto de sus bebés; se trata de un conductismo especialmente radical y especialmente nocivo teniendo en cuenta que el bebé está aún en una etapa de formación. No es un método para tratar los trastornos del sueño, como a veces se presenta, sino para someter la vida humana en su más temprana edad. Las gravísimas consecuencias de este método, han empezado ya a ponerse de manifiesto.<br /><br />Necesitamos una cultura y una ciencia para una crianza acorde con nuestra naturaleza humana, porque no somos robots, sino seres humanos que sentimos y nos estremecemos cuando nos falta el cuerpo a cuerpo con nuestros mayores. Para contribuir a ello, para que tu hijo o tu hija deje de sufrir YA, y si te sientes mal cuando escuchas llorar a tu bebé, hazte caso, cógele en brazos para sentirle y sentir lo que está pidiendo; posiblemente sólo sea eso lo que quiere y necesita, el contacto con tu cuerpo. No se lo niegues. <br /><br />Desde | <a href="http://mamasybebesblog.blogspot.com/2006/12/declaracion-sobre-el-llanto-de-los.html">Mamás y Bebés. El Blog</a><br /></span>Vivianahttp://www.blogger.com/profile/10703988504946718633noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3373404262096711417.post-83844186233830941412009-07-22T12:15:00.003-05:002009-07-22T12:30:47.617-05:00Los bebés no manipulan: "El llanto de los bebés" por Michel Odent<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_utBOfwmIBzg/SmdMfrFrJ_I/AAAAAAAAAkA/NWqLAmnWMPA/s1600-h/bebe+llorando2.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 152px; height: 200px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_utBOfwmIBzg/SmdMfrFrJ_I/AAAAAAAAAkA/NWqLAmnWMPA/s200/bebe+llorando2.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5361337988434044914" /></a><blockquote>Este es un articulo del 2005. Pero creo que es muy actual.</blockquote><br />Ni son pequeños tiranos, ni manipuladores, ni tratan de ser más listos que los adultos. Los bebés son personas. Y como tales, sienten, padecen, aman, se quejan y lloran.<br /><br />No puedo expresar en un único artículo todo lo que pienso sobre la deshumanización de la crianza de los hijos en nuestra sociedad. Así que hoy me centraré en el llanto de los bebés.<br /><br />El científico francés Michel Odent dice que "Cuando un recién nacido aprende que es inútil gritar... está sufriendo su primera experiencia de sumisión." Y es que, gracias a torturas como el método Estivill (plagio español del conocido método Ferber), millones de padres dejan llorar desconsoladamente a sus hijos para que "aprendan a dormir".<br /><br />Los bebés no saben hablar y, por tanto, no tienen otra forma de comunicación que el llanto. Además, los bebés de los seres humanos son de los más dependientes que existen en la naturaleza. Por tanto, parece lógico pensar que su llanto deba ser atendido por sus padres.<br /><br />Pero, además, hay pocas cosas más insoportables para un adulto que el llanto de un bebé. Es por eso que cuando escuchamos llorar a un niño sentimos el impulso natural de acudir en su ayuda para socorrerlo... y que deje de llorar.<br /><br />Quien no responda así al llanto de un bebé se está deshumanizando a sí mismo y defraudando a su bebé. ¿Qué imagen del mundo le estamos dando a nuestros hijos si cuando piden ayuda a quienes más les quieren, lo único que obtienen es indiferencia e insensibilidad?<br /><br />Y para aquellos que postulan que los niños lloran para manipular perversamente a sus padres, les diré que los niños atendidos con tiempo y amor no suelen llorar nunca.<br /><br />Desde | <a href="http://mamasybebesblog.blogspot.com/2005/11/el-llanto-de-los-bebes.html" target="blank">Mamás y Bebés Blog</a>Vivianahttp://www.blogger.com/profile/10703988504946718633noreply@blogger.com7