viernes, 30 de octubre de 2009

0 comentarios 10/30/2009

Inma Marcos, Comadrona Independiente española

Escrito por Viviana - Categoria
Con cuatro años de edad tenia muy claro que quería ser comadrona, me gustaba mirar y leer los libros de mi madre, revistas sobre bebés y nacimientos y de niña a menudo iba a ver al hospital a mi madre estando ella de guardia. Ella me enseñaba los bebés, y yo crecí sintiendo el mundo de la maternidad muy cercano. Comencé a ir como auxiliar de clínica de mi madre al hospital en algunas de sus guardias. Allí los partos eran muy medicalizados y la comadrona no tenia mucha autonomía.

A los 22 años tuve mi primer hijo y fué un parto muy duro, largo e intervenido. Tuve la mala suerte de romper bolsa con el cérvix duro, formado y cerrado. Después de 17 horas terminó en espátulas sin analgesia. Lo pasé tan mal que se me pasaron las ganas de estudiar comadrona algun día, yo estaba justo terminando los estudios de enfermería. Le dije a mi madre que eso de parir era terrible y que ser comadrona era un horror, siempre rodeada de mujeres sufriendo y no querría estudiar comadrona. En aquel entonces (1988) se habían cerrado las escuelas de comadronas y de todos modos no se podía estudiar.

Empezé a trabajar como enfermera en hospital. Durante dos años y medio estuve trabajando en Urgencias del Hospital Clínico de noche, era un trabajo muy intenso y yo me sentía a gusto, ninguna intención de cambiar. No me renovaron contrato por estar embarazada al final de mi embarazo y tuve mi segundo hijo en ese hospital en el año 1992, un parto también medicalizado pero eutócico, pedí al ginecólogo que no me cortara la episiotomía cuando le vi la tijera en la mano, pero me la hizo diciendo que no quería que yo tuviera incontinencia urinaria en el futuro. En aquella ocasión mi madre que tambien fué mi comadrona procuró por todos los medios que yo no sufriera tanto y tuve tres dosis de petidina y una peridural que no hizo efecto al final. Mi hijo estuvo ingresado por distress respiratorio a causa de las petidinas durante tres días.

A Finales del año 1993 salieron por fin las pruebas de acceso para estudiar comadrona y yo me presenté "obligada" por mi madre, me insistió tanto que me presenté con la idea de no tener que escucharla, y segura que no superaría ese examen. Se presentaban unas 6000 enfermeras y solo había 120 plazas en toda España.

Mi madre fué a la biblioteca de la Unidad Docente de Bellvitge y fotocopió todas las preguntas y respuestas de las autoevaluaciones de las revistas Nursing y ROL de enfermería y me las trajo en un paquete, me instó a estudiar mucho y me llamaba cada noche para preguntarme si estaba estudiando o no, y como lo llevaba. No estudié mucho, pero lo leí casi todo. En aquella época tenía mis hijos muy pequeños, trabajaba y cuidaba tambien de mi suegro que estaba con Alzheimer terminal en mi casa.

Luego en el examen muchas preguntas las sabía por que estaban entre las que mi madre me fotocopió. Había mucha gente, recuerdo que empezaron a nombrar para entrar a examinarse por orden alfabético, en mi grupo empezaron por la G, y tres cuartos de hora más tarde me tocó a mi: Marcos. Eran aulas enormes, en la Universidad de Arquitectura con capacidad para 250 personas y había por lo menos 8 aulas llenas. Y eso en Barcelona, porque el examen era en Barcelona, Santiago de Compostela o Madrid.

Yo pensaba que sería imposible que yo tuviera plaza para estudiar matrona entre todas esas personas.

A las dos semanas supe que SI!! tenía el número 60 de orden!! La número 1 de examen de toda España sacó 80 preguntas bien de las 100 (eran muy enrevesadas, aunque lo supieras no lo acertabas), yo saqué 75 bien y 25 mal porque las contesté todas.

En marzo de 1994 fuí con mi madre a Madrid a escoger el destino, y el 1 de abril empezé mi formación de dos años. Me formé en el Valle Hebrón de Barcelona.

Mi formación fué muy dura, en este centro los partos son muy medicalizados e intervenidos, la autonomia de las matronas raya el 0 y la frase "Esto no es mi trabajo y no tengo por que hacerlo" flotaba en el aire.

De entrada el inicio de la nueva formación de comadronas estaba boicoteada por la SEGO, cuyo presidente era el Jefe de Servicio del hospital donde yo estaba. Me prohibieron asistir ningún parto y "ponerme un guante", me escondieron las primeras semanas en la sala de Monitorización. El ambiente se fué relajando poco a poco por que yo colaboraba mucho con el equipo. Había mucho trabajo y necesitaban manos, yo hacía todo lo que podía. Llegué a asistir 8 partos en ese período.

En el mes de septiembre se levantó el boicot y pude asistir más partos, pero cada uno era una pelea, por que siempre ponían a los residentes de gine de primer año por delante. Muchas veces tenía que esconderme en los lavabos a llorar de desesperación. Nadie del equipo se hacia cargo de mi formación. Las comadronas estaban despechadas y excepto unas pocas que me cuidaron bien me trataban como una intrusa. Entonces lo que sé de partos me lo enseñaron los residentes de obstetricia.

En este hospital la norma es la monitorización interna y todas las cabecitas de los bebés la sufrían. Hoy en día me arrepiento terriblemente, pero debido a ello monitoricé internamente cientos de mamás, no me quedaba otra, yo allí no tenia ninguna autonomía y solo cumplia órdenes. Yo al menos lo intentaba hacer con el máximo cuidado. También se revisaban todos los cérvix después del parto, fueran partos eutócicos o instrumentados, y tuvieran o no las madres anestesia peridural. Ponían valvas en vagina y tiraban del cervix con pinzas de Foster. Esa manera de trabajar no la he visto nunca luego en otros centros hospitalarios donde he trabajado.

Terminé mi formación el 30 de marzo de 1996 teniendo muy claro lo que yo no haría jamás a una mujer de parto.

Empezé a trabajar en un hospital comarcal a 20 km de mi casa (Parc taulí de Sabadell) donde la autonomía profesional de las comadronas era mayor. Todos los partos normales por norma eran de comadrona. Habia muy buen ambiente y yo estaba muy contenta. Hice suplencias en cuatro hospitales más pero mi contrato más largo era en este hospital.

Yo era entonces una defensora a ultranza de la lactancia materna y estaba metida en asociaciones pro-lactancia, tuve mi tercer hijo en este hospital. Fué un parto natural con las limitaciones hospitalarias: Monitorización continua excepto cuando yo me la arranqué en el pre-expulsivo, via endovenosa, posición para parir semitumbada en litotomia. Al menos no tuve desgarro ni episiotomía y mi hijo pudo disfrutar contacto inmediato piel con piel sin seccionar cordón. Me atendió una compañera que yo había elegido.

Estuve un año dedicada a mi hijo sin trabajar y luego me reincorporé. Me volví más que antes una defensora del parto natural y pude atender muchos partos naturales en hospital, pero siempre tenía que trabajar defendiéndome y defendiendo a las mujeres. El ambiente no favorecía nada. Mi meta entonces era lograr que los partos en hospital se parecieran lo más posible a los partos en casa. Luego el tiempo me ha demostrado que el parto más natural y menos intervenido en hospital no es comparable a un parto en casa.

Me preguntaban por qué no asistía partos en casa y yo decía que admiraba mucho a los que lo hacían, que eran unos valientes, pero que hasta que las cosas no estuvieran aquí tan organizadas como en Holanda yo no daría el paso.

Sucedió a finales del año 2000 que a causa de una alergia al látex se me denegó la plaza fija en el hospital en que yo llevaba 5 años trabajando.

Me consideraron no apta para trabajar en zona quirúrgica y me daban a cambio una plaza de enfermera en consultas externas del mismo hospital.

Yo me hundí en la desesperación más absoluta. Se me estaba diciendo que debía dejar de ejercer mi profesión, no podría recibir más bebés. Siempre me quedaba la atención primaria, pero....

Recibí muchos apoyos y animos desde la lista de parteras comadronas (era esa la que funcionaba mas fuerte aquellos días).

Pero el email que me hizo ver la luz al final del tunel fué el de Jesús Sanz, comadrón de Tenerife que me lanzó la idea.

Recuerdo que me escribió algo así como: "Ya que no te dejan trabajar en zona quirúrgica, ¿por qué no te vas a zona no quirúrgica? ¡Lánzate a los partos en casa!

Y fué ahí cuando me di cuenta que eso era lo que yo quería hacer y me puse en ello.

Antes de eso llevábamos como mínimo un par de años compartiendo muchas cosas via internet. Gracias a Jesús y unos cuantos más se me abrió delante un mundo que no conocía mucho. Tuve acceso directo a toda la sabiduría de personas como Jesús, como Raquel Schallman, y muchas otras.

Ningún libro de obstetricia me ha enseñado lo que me han enseñado ellos.

Bueno, ahora estoy segura de que alguien allá arriba se lo montó para que yo tuviera alergia al látex. Por que estaba claro que yo tenia que hacer lo que ahora hago.

Es decir recibir la Vida a este mundo de la manera más digna y respetada que se puede concebir.

Así fué como acabé asistiendo partos en casa , y ahora ya llevo unos 250 partos asistidos. Y todos y cada uno de ellos me siguen enseñando. Nunca encontré dos iguales.

He tenido algunas complicaciones y situaciones graves, pero de momento las he sabido resolver y espero que en el futuro podré seguir haciéndolo.

Desde | Comadronas Radicales

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miércoles, 28 de octubre de 2009

0 comentarios 10/28/2009

Madres sin leche: el fin de un mito

Escrito por Viviana - Categoria
Según se desprende del estudio realizado por profesionales del ABS Parets y el DAP Mollet del ICS",las encuestas indican que las madres dejan de lactar a sus hijos mayoritariamente por hipogalactia (poca leche), pero la hipogalactia no es una enfermedad, ni una deficiencia natural, sino la consecuencia de un cúmulo variado y complejo de motivaciones psicológicas, sociales, económicas, junto con creencias, mitos y tabúes".
"La discrepancia entre aquellas madres que son capaces de amamantar a sus hijos y aquellas que lo consiguen pone en evidencia que el "fallo" es más de las personas que deben apoyar a las mujeres, que de las propias mujeres que intentan lactar."

Coincidiendo con estos resultados la WABA, red mundial pro-lactancia que trabaja en colaboración con el UNICEF, considera como INFORMACIÓN CLAVE a transmitir que prácticamente todas las madres pueden dar de mamar a su bebé.

Es importante contar con el apoyo y ayuda de familiares, amigas, personal de la salud y empresarios. La inseguridad sobre la propia capacidad para producir leche, el miedo a que el bebé se quede con hambre, el llanto del bebé, la creencia popular de que la cantidad de comida ingerida es directamente proporcional a los periodos de sueño y la inadecuación del peso del bebé a las tablas en uso, son las razones principales que suelen llevar a las madres a pensar que padecen hipogalactia, tal como viene registrando ALBA-LACTANCIA MATERNA, asociación de apoyo a la lactancia que atiende anualmente más de 2000 consultas, situación que puede verse agravada si además existe una técnica de lactancia inadecuada.

Sin embargo, cuando a esas mismas madres se las informa del manejo básico de la lactancia materna y se las tranquiliza respecto a sus dudas y temores al tiempo que tienen ocasión de observar a otras madres en situaciones similares a la suya seguir adelante con sus lactancias, pronto desaparecen sus miedos y amamantan felizmente sin problemas de producción de leche.

Madres que ya estaban con lactancia mixta o que incluso hacia ya días que no amamantaban han relactado sin problemas y han seguido con lactancia materna exclusiva durante meses.

La conclusión es clara: Puede que existan madres sin la suficiente información pero difícilmente existen madres sin capacidad para producir leche.

Inma Marcos
Comadrona

Desde | Holistika

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lunes, 26 de octubre de 2009

0 comentarios 10/26/2009

Escritora francesa culpa al machismo de que el parto sea doloroso

Escrito por Viviana - Categoria
* El dolor es consecuencia de la actual "cultura del miedo" impuesta por el sexo masculino.
* Durante 25 años recorrió el mundo para observar cómo se da a luz en las distintas culturas.
* "El parto en verdad está ligado al corazón, dar a luz es algo sagrado, como hacer el amor".
El parto es un acto violento, pero no tiene por qué ser doloroso, aseguró la escritora francesa Muriel Bonnet, quien opinó que el dolor es consecuencia de la actual "cultura del miedo" impuesta por el hombre.

La autora de "El nacimiento, un viaje. El parto a través de los pueblos" explicó que el miedo produce adrenalina, que pone en tensión a las mujeres, por lo que se endurece el músculo del útero y eso genera el dolor.

Acusó a los hombres de imponer el mundo masculino de fuerza sobre el femenino y dijo que esta dominación está causada, a su vez, por el miedo "al poder de la diosa de la creación".


"Es una lucha de poder. Los hombres quitaron a la partera su poder natural de ayudar a sus hermanitas, a sus hijas, a dar a luz y ahora las mujeres tienen que luchar para retomar su derecho natural de apoyar a las otras mujeres para dar a luz", sostuvo.

Cuando el mundo femenino recupere su lugar habrá equilibrio entre hombres y mujeres, aseguró Bonnet, quien durante 25 años recorrió el mundo para observar cómo se da a luz en las distintas culturas.

No hay que dominar al hombre

Aclaró, sin embargo, que no se trata de dominar al hombre, sino de que este ocupe su rol de compañero de la mujer y que la apoye, y que ambos se den la libertad que les corresponde.

Bonnet recordó su primer parto, cuando tenía 23 años, como algo envuelto en una nube de temor e ignorancia, durante el cual usó la epidural, los fórceps y el parto común en el hospital, porque no conocía otras opciones.

Relató que su segundo alumbramiento fue de mellizos y a "cuatro patas", lo que rememoró como una experiencia más sencilla, natural y agradable.

"En otras culturas, el parto no cuesta tanto trabajo, es algo simple", señaló.

Por ello buscó a parteras basadas en la trasmisión familiar ancestral de conocimientos en México, la Amazonía, Canadá, Europa, África o la India.

Dar a luz es algo sagrado

"El parto en verdad está ligado al corazón, dar a luz es algo sagrado, como hacer el amor, pero en la sociedad actual nos olvidamos", explicó.

"En un mundo donde la mujer está integrada en su entorno natural, nace el bebé como un orgasmo", indicó, tras señalar que a través de las mujeres "pasa toda la energía de la vida".

Las mujeres jóvenes sienten esa fuerza que les causa "envidia y miedo", y de ahí nace la enemistad entre suegras y nueras, cuando, según explicó, no debería ser así, ya que "si tienen buenos hombres es porque su mamá ha hecho un buen trabajo".

"Hay que reflexionar sobre cómo queremos que nazcan nuestros hijos y cómo queremos que los reciba el mundo", concluyó le escritora.

Desde | 20 minutos

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viernes, 23 de octubre de 2009

0 comentarios 10/23/2009

Cólicos en bebés amamantados

Escrito por Viviana - Categoria ,
Es un post largo, pero les juro que vale la pena leerlo !
El cólico es un misterio de la naturaleza. Nadie sabe realmente lo que es, pero todos tienen una opinión al respecto. En una situación típica, el bebé comienza a tener períodos de llanto más o menos dos o tres semanas después de nacido. Esto ocurre generalmente al atardecer, y los episodios terminan aproximadamente a los 3 meses de edad del bebé (ocasionalmente más tarde). Cuando el bebé llora, por lo general está inconsolable, aunque si se lo pasea, mece o se lo lleva en auto o tren puede mejorarse temporalmente. Para que se considere que un bebé sufre de cólico es necesario que el bebé esté aumentando bien de peso y que se le vea saludable.

La noción del cólico se ha propagado tanto, que cualquier estado de inquietud o llanto del bebé se atribuye al cólico, y esto puede ser válido, ya que nadie sabe lo que es el cólico. No hay un tratamiento específico para el cólico, aunque se han intentado muchos medicamentos y estrategias de comportamiento, pero sin un beneficio comprobado. Admitimos que siempre alguien sabe de una persona que curó a su bebé de cólico de cierta forma. También admitimos que casi todos los tratamientos parecen servir, de forma temporal.

Bebés alimentados con leche materna que sufren de cólico

Aparte del cólico que pueda tener cualquier bebé, se conocen tres situaciones en las que el bebé alimentado con leche materna puede estar quisquilloso o mostrar signos de cólico. De nuevo, se asume que el bebé está aumentando de peso adecuadamente y que está saludable.

El bebé toma de ambos pechos en cada mamada.

La leche humana cambia durante la toma. Una de estos cambios es el incremento de grasa a medida que el bebé toma del mismo pecho. Si la madre pasa al bebé de un pecho al otro durante la toma, antes de que el bebé haya “terminado” el primero, el bebé puede estar recibiendo una baja cantidad de grasa durante la mamada. Como resultado, el bebé recibe menos calorías y por lo tanto se alimenta con mayor frecuencia. Si toma mucha leche (para compensar la reducida concentración de calorías), el bebé puede devolverla. Debido al nivel bajo de grasa en la primera leche, el estómago se vacía rápidamente y llega al intestino una gran cantidad de lactosa (leche azucarada). La proteína que ayuda a digerir la lactosa no puede procesar de repente tanta leche azucarada y el bebé tendrá los síntomas de una intolerancia a la lactosa; llanto, gases, y deposiciones explosivas, aguadas y verdosas. Esto puede suceder aún durante la toma. Estos bebés no presentan intolerancia a la lactosa. Tienen problemas con la lactosa por la clase de información que reciben las mamás sobre la lactancia materna. Esta no es una razón para cambiar a una fórmula sin lactosa.

¿Cómo solucionarlo?

a. No controle el tiempo de las mamadas. Las madres de todo el mundo han alimentado a sus bebés en forma exitosa sin haber controlado el tiempo. Los problemas de lactancia son más frecuentes en sociedades donde todos tienen un reloj que en aquellas que no lo tienen.
b. La madre debe alimentar al bebé de un pecho, mientras que el bebé se siga alimentando o hasta que el bebé se retire por sí mismo, o se duerma. Si el bebé se alimenta solamente por un rato corto, la madre puede comprimir su pecho para que el bebé continúe mamando. Sírvase notar que el bebé puede permanecer en el pecho materno durante dos horas, pero realmente tomar leche sólo durante unos pocos minutos. En este caso, la leche que tomó el bebé puede ser relativamente baja en grasa. Esta es la razón para comprimir el pecho. Si, después de “terminar” del primer lado el bebé aún quiere más, ofrézcale el otro pecho.
c. En la siguiente toma, la madre debe comenzar del otro pecho, en la misma forma.
d. El cuerpo de la madre se ajustará rápidamente al nuevo método, y no se le acumulará la leche en un solo pecho o se le agrandará un pecho más que el otro.
e. No es necesaria una “regla” en el sentido de alimentar al bebé de ambos pechos en cada mamada, tampoco debe haber una regla para un pecho por toma. Deje que el bebé termine de un pecho (comprima la leche en su boca para que siga pasando leche por más tiempo) pero si él quiere más, ofrézcale el otro lado.
f. En algunos casos, puede ayudar alimentar al bebé dos o más veces de un lado antes de pasarlo al otro pecho para dos o más tomas.
g. Este problema empeora si el bebé no está colocado al pecho adecuadamente. Una colocación apropiada es la clave para facilitar la alimentación con leche materna.

Reflejo hiperactivo de bajada de la leche.

Un bebé que toma mucha leche muy rápidamente puede ponerse inquieto, muy irritable en el pecho y puede ser considerado como un bebé que sufre de “cólico”. Típicamente, el bebé aumenta bien de peso, a veces después de unos segundos o minutos comienza a toser, atorarse y ponerse inquieto. Es posible que entonces se retire del pecho y por lo general derrame la leche de la madre. Después de esto, el bebé frecuentemente regresa al pecho, pero, se ve molesto y se puede repetir la misma situación. Puede sentirse descontento por el flujo rápido de leche, e impaciente cuando disminuye el flujo. Esta situación puede ser muy cansada para ambos. En raras ocasiones, un bebé puede llegar a rechazar el pecho después de varias semanas; esto por lo general sucede hacia los tres meses de edad.

¿Qué se puede hacer?

a. Si aún no lo ha hecho, trate de alimentar al bebé con un pecho por toma. En algunos casos, hacer mamar al bebé de un solo pecho hasta en dos o tres tomas, puede ser favorable. Si siente que está muy lleno el otro pecho, exprima sólo lo necesario para sentirse aliviada.
b. Alimente al bebé antes de que se torne ansioso. No prolongue la alimentación ofreciéndole agua (un bebé lactante amamantado no necesita agua aún en climas muy cálidos) ni chupete. Un bebé ansioso “atacará” el pecho y esto ocasionará un reflejo muy activo de baja de leche. Alimente al bebé tan pronto como él manifieste cualquier signo de apetito. Si él está todavía medio dormido, aún mejor.
c. Si es posible, alimente al bebé en una atmósfera calmada, relajada. La música fuerte, luces fuertes y mucha acción no favorecen una alimentación exitosa.
d. Recostarse para alimentar, algunas veces funciona bien. Si no ayuda recostarse de medio lado, trate de recostarse de espaldas colocando al bebé encima de usted para mamar. La gravedad ayuda a disminuir el flujo.
e. Si tiene tiempo, exprima algo de leche (20/30 ml aproximadamente) antes de alimentar al bebé.
f. Al bebé le puede molestar el flujo tan rápido de leche, pero también puede molestarse cuando el flujo disminuye mucho. Si cree que el bebé está molesto porque el flujo es muy bajo, comprimir el pecho ayudará para mantener un buen flujo de leche (Compresión del Pecho).
g. Esta dificultad empeora cuando el bebé no está colocado adecuadamente al pecho. Una buena colocación al pecho es la clave para facilitar la lactancia materna.
h. Algunas veces, ofrecerle al bebé lactasa comercial (la enzima que metaboliza la lactosa), 2-4 gotas antes de cada alimentación, mejora los síntomas. Esta enzima se puede comprar sin receta, pero es costosa y no siempre funciona.
i. Un protector para el pezón puede ayudar (pezonera), pero solamente lo debe utilizar cuando no ha tenido éxito con ningún otro método.
j. Como un último recurso, en lugar de comenzar con fórmula, puede ofrecerle al bebé leche materna exprimida.

Proteínas extrañas en la leche materna.

Se ha demostrado que algunas proteínas provenientes de los alimentos que ingiere la madre pueden aparecer en la leche materna y afectar al bebé. Se cree que los casos más comunes se deben a la proteína de la leche de vaca. También se han encontrado otras proteínas en la leche de algunas madres. El hecho de que aparezcan estas proteínas y otras sustancias en la leche materna, no necesariamente es negativo. Ciertamente es algo bueno. Si tiene dudas al respecto, pregunte.
Por lo tanto, para el tratamiento de un bebé con cólicos alimentado con leche materna, un paso sería que la madre suspenda los alimentos lácteos. Esto incluye la leche, queso, yogurt, helado y cualquier otro alimento que pueda contener leche. Cuando la proteína de la leche ha sido alterada, como cocinándola por ejemplo, no debería haber problemas. Si tiene alguna duda, pregunte.

Favor notar: La intolerancia a la proteína de la leche no tiene relación con la intolerancia a la lactosa. Una madre que tiene intolerancia a la lactosa, debe seguir alimentando a su bebé.

Método sugerido:

a. La madre debe eliminar los productos lácteos durante 7-10 días.

b. Si no ha habido ningún cambio, la madre puede reiniciar el consumo de productos lácteos.

c. Si ha surgido un cambio favorable, la madre debe reiniciar lentamente el consumo de productos lácteos, si estos son parte de su dieta normal (no es necesario tomar leche para producir leche). Algunos bebés no toleran nada de productos lácteos en la dieta de la madre, pero la mayoría normalmente aceptan algo. La madre aprenderá a determinar la cantidad de productos lácteos que puede tomar sin afectar al bebé.

d. Si la cantidad de calcio de la madre es inadecuada, debe agregar suplementos a su dieta. Pregunte a su doctor si tiene dudas. Suspender los productos lácteos durante una semana no causará ningún problema. Se ha demostrado que la lactancia materna puede proteger a la mujer contra la osteoporosis aún cuando no tome calcio extra. Y el bebé recibirá todo lo que necesita.

e. La madre debe ser cuidadosa eliminando muchos alimentos de su dieta. Muchas personas conocerán a alguien sus cuyo bebés mejoraron mejoró si cuado la madre suspendió el consumo de brócoli, carne de vaca, banana, pan, etc. La madre puede llegar a estar comiendo sólo arroz. Nuestras dietas son muy complejas para estar seguro de qué está afectando al bebé.

Debe ser paciente, esta dificultad se mejora de todas formas. La fórmula no es la respuesta, aunque algunos bebés pueden mejorar con el biberón por el flujo continuo que éste ofrece. Pero la fórmula no es leche materna. En realidad el bebé puede mejorar la lactancia con leche materna, más que con el biberón, por la regularidad del fujo. Aún si nada funciona, su mejor ayuda es el tiempo. Los días y noches pueden parecer eternos, pero las semanas pasarán volando.

Documento # 2 Cólico en el bebé alimentado con leche materna. Revisado en Enero 2000
Escrito por Jack Newman MD, FRCPC
Traducido por Sandra D’Angelo
Traducción revisada por el Grupo de Apoyo a la Lactancia Materna de Bariloche
Puede copiarse y distribuirse libremente


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lunes, 19 de octubre de 2009

0 comentarios 10/19/2009

La Disciplina Positiva

Escrito por Viviana -
La disciplina positiva consiste en enseñarle a un niño a comportarse bien sin usar métodos punitivos. En cambio, usted les enseña de una manera que les dará atención positiva o con una actividad que ellos disfruten.

La disciplina positiva les mostrará a los niños a comportarse de manera apropiada, porque ellos responden a nuestras expectativas claras y positivas, porque nosotros les estamos brindando atención debido a su comportamiento positivo. Ellos empiezan a notar que para que nosotros les demos la atención que ellos quieren, lo único que tienen que hacer es portarse bien y hacer lo que les pidamos.

Una disciplina positiva no de espacio para un comportamiento negativo. Si los padres o los proveedores usan la disciplina positiva, y un niño continúa comportándose de manera negativa, ellos no les darán a los niños la atención que ellos quieren, o ignorarán al niño, entonces el niño notará que no gana nada portándose mal, ni siquiera la atención que quiere.

Necesitamos usa la disciplina positiva tan pronto como sea posible. Un niño que es un poco mayor de un año ya conoce su medio ambiente y reconoce lo que sus padres y proveedores quieren de él. Lo más importante es empezar a usar la disciplina positiva antes que el niño cumpla dos años, porque ésa es la edad en la cual un niño empieza a rebelarse y a no querer hacer lo que les pidamos que hagan.

Un padre o proveedor puede decirle a un niño, “Si compartes tu juguete con tu hermano por cinco minutos, estaré muy orgullosa de ti, y tu hermanito compartirá su bicicleta contigo cuando tú quieras usarla”. O pueden decir también, “Si terminas tu tarea a tiempo, podrás ver televisión por media hora y te sentirás orgulloso de haber terminado tu tarea”. Otro ejemplo de disciplina positiva es reconocer cuando el niño hace algo bien. Por ejemplo: “Me gusta como has trabajado en tu dibujo, por “x” período de tiempo, sin interrumpir a tu hermanito”.

Recuerde:

* Primero que nada, asegúrese de decir simple y claramente lo que se espera de un niño.
* Nunca castigue a un niño físicamente.
* Dé oportunidades para que el comportamiento empiece a florecer.
* Cumpla sus promesas.
* Ponga atención a lo que cada niño está haciendo y dé comentarios positivos, particularmente al niño y al comportamiento. Por ejemplo, si Juanito es egoísta, pero esta vez dejó que su amigo use la pelota, aunque sea por un segundo, y nosotros lo vimos, podemos decirle, “Me gusta como compartiste tu pelota con Juanito”, en vez de sólo decirle “bien hecho”, para que no haya duda en su mente que estamos alabando el acto de compartir y no otra cosa.
* Otra estrategia es combinar dos actividades diferentes – una que el niño disfrute y otra que prefiera no hacer. De esa manera, usted puede decirle al niño, “Si recoges tus juguetes, entonces puedes ir a jugar afuera”. Por supuesto, el padre o proveedor debe cumplir esa promesa, así que no prometa lo que no puede dar.
* Otra estrategia es darle una opción al niño… Por ejemplo, si no le gusta ducharse, entonces déle la opción de ducharse o de tomar un baño de burbujas. O también puede dar la opción de ducharse antes o después de comer.

Desde | Los niños en su casa

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jueves, 15 de octubre de 2009

0 comentarios 10/15/2009

Criar con apego y respetuosamente

Escrito por Viviana - Categoria
¿Has escuchado las frases: “vas a malacostumbrar a ese bebé” vas a malcriar a ese bebé”, “ya no lo cargues”, “déjalo llorar” ? ¿Cuando llora tu bebé sientes que tienes que hacer algo para resolverlo, y para hacerlo sentir mejor, pero recuerdas esas frases?

Entonces estás consciente de la gran presión social que padecen las mamás, que son impulsadas a no escuchar sus instintos, y que traten de negar las necesidades emocionales de su bebé.

Nosotros creemos qué los bebés son seres humanos, con tanto derecho a demostrar sus necesidades de compañía y cariño como cualquier otro ser humano.

El cargar a tu bebe, alimentarlo cuando tiene hambre, abrazarlo cuando muestra deseos de ese contacto, lo convertirá en un ser humano seguro de si mismo y amoroso, pues es el ejemplo que ha recibido desde que es bebe.

Si tu esposo llegara una noche y te dijera,”hoy fue un mal día, quisiera platicar, estar contigo y que me abrazaras” aunque fuera tarde en la noche, ¿que le dirías?

¿Le dirías, “ah no, no es hora de esas cosas. Es hora de dormir. Si te abrazo y estoy contigo a estas horas, te vas a malacostumbrar y luego vas a querer hacer eso todas las noches”?

Pues esas frases que resuenan en nuestra cabeza, formuladas por parientes y amigos bienintencionados, lo que tratan de que hagas es que dejes de escuchar tu instinto, y de que no hagas lo que es mas fácil, resolver las necesidades de tu bebé.

Los bebés que han sido criados con respeto y con amor, que han sido “malacostumbrados” y los cuales son llevados en brazos mucho tiempo, desarrollan un sano apego con su madre, que es el primer contacto con este mundo. Este ejemplo de apego les ayudara a desarrollar relaciones con otros seres humanos basadas en la confianza y en el amor. Aprenden que son personas valiosas, lo cual les hace desarrollar una buena autoestima. Porque si cuando lloro nadie me hace caso, tal vez sea porque no valgo la pena. Pero si cuando el bebé expresa una necesidad de amor, y la mamá la resuelve pronto, cargándolo, confortándolo, atendiéndolo, el bebé RESUELVE esa necesidad. Puede pasar al siguiente paso en su desarrollo. Se sentirá seguro de si mismo, y valioso. Y al contrario de lo que dice la “sabiduría” popular, será un ser humano amoroso y respetuoso, pues es lo que ha aprendido desde la mas tierna infancia.

Desde | CozyBebe
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lunes, 12 de octubre de 2009

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Libro del Mes: "La represión del deseo materno y la genesis del estado de sumision inconciente" Casilda Rodigañez y Ana Cachafeiro

Escrito por Viviana - Categoria

Las autoras de este libro, dos de las iniciadoras de la Asociación Antipatriarcal, recogen en este libro una reflexión -incubada en los debates de dicha Asociación y alimentada con su propia experiencia de mujeres-sobre el matricidio y la sumisión inconsciente.

Para muchas autoras (y autores) hay una urgente necesidad de sacar el tema del matricidio, pues la carrera de destrucción, de violencia y de muerte que está llevando a la Humanidad al desastre, tiene relación directa con ese matricidio que está en el origen de nuestra sociedad. No es, pues, casualidad que sea objeto cada vez de más estudio y atención.

La dimensión libidinal del matricidio, ya apuntada por L. Irigaray (1981), que se corresponde con la anulación social de la madre (V.Sau) y con la inexistencia de un orden simbólico materno (L. Muraro), nos remite al bloqueo de los deseos de las criaturas, a su abandono y a su sufrimiento; pues la madre patriarcal libidinalmente aséptica la madre robotizada y despiezada podrá, en el mejor de los casos, atender las necesidades de la criatura que carece, pero no saciar sus deseos.

Entender la vida como producción deseante en lugar de como una resignada carencia (Deleuze y Guattari, 1972) es clave para imaginarse una civilización no patriarcal: puesto que la carencia y la necesidad llevan a la competencia y a la propiedad; y el deseo, a la búsqueda del bienestar y al apoyo mutuo.

La conversión del deseo en carencia es también la clave para organizar la servidumbre voluntaria (E. de La Bodtie 1550); en efecto, al impedir sus deseos, la criatura entra en la espiral de la carencia y del miedo a carecer, en donde las relaciones de tú a tú entre los amantes se transmutan en relaciones de sumisión/autoridad (A. Moreno 1989). El estado de carencia está, casi inevitablemente, seguido del estado de sumisión.

Por eso se mata a la madre entrañable cuyo propio deseo sacia y alienta los deseos de las criaturas. Y se mantiene oculto este crimen poro que no se sepa lo que había antes de la devastación: la verdadera condición de la criatura humana con una enorme carga libidinal en armoniosa interpenetración con la madre, sin rastro de tanatismos ni de narcisismos ni de edipos innatos.

Por eso se ha dicho (V. Sau 1992) que “El Crimen de la Madre es el Secreto de la Humanidad”. Y cuentan las autoras de este libro, que cuando lo descubrieron y descubrieron a la madre entrañable, se encontraron con la otra parte del Secreto, escondido precisamente en las entrañas maternas: que el Paraíso existe, que la ciencia del bien y del mal es accesible, y que los deseos de las criaturas se pueden saciar.

Desde | Web de Casilda Rodigañez

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jueves, 8 de octubre de 2009

2 comentarios 10/08/2009

«Un niño que bebe leche materna será un adulto generoso y altruista»

Escrito por Viviana - Categoria ,
Laura Gutman dirige el centro Crianza, es especialista en la atención a madres y padres de niños pequeños y ejerce en la Escuela de Capacitación Profesional de Buenos Aires. «La revolución de las madres» (Integral) es su cuarto libro.

Todos sabemos que la leche humana es perfecta para el ser humano. Pero ¿qué nos pasa a las mujeres que nos cuesta tanto amamantar? Si la Humanidad sobrevivió cientos de miles de años con la leche humana y hace dos generaciones las mujeres ya no podemos amamantar, algo cultural nos sucede. Nadie puede amamantar si energética, consciente o intelectualmente está en «otro lado». No se trata de poner el pecho al bebé, sino de permanecer, y abandonar otros lugares.

¿Ventajas de la leche materna?

Todas. El único requisito para que la leche fluya es que el bebé esté las veinticuatro horas con su madre, en sus brazos. Y la madre, lo suficientemente cobijada. Porque ella se siente sola, aislada, es la que está a las tres de la mañana despierta con el niño mientras el mundo duerme... Todos somos culpables y responsables de generar una cueva emocional a la madre...

¿...?

...(perdón, enseguida le dejo preguntar) el niño que bebe leche materna se va a sentir amparado, querido, amado, colmado, seguro, tranquilo, y en la medida que vaya desplegando sus virtudes será alguien generoso, altruista, y dispuesto a dar al mundo lo que necesita. Lo contrario, un niño que reclame presencia, cariño, cobijo, atención, mirada, y no lo obtenga, se convertirá en un adulto que siempre quiere más: dinero, éxito, comida...

¿Hasta qué edad se debe amamantar?

Si quiere le digo una exageración.

No se corte.

Unicef recomienda dos años de lactancia materna. Una cosa es lo ideal, y otra lo que cada madre pueda dar.

La exageración, por favor.

Que en las sociedades primitivas el niño succionaba hasta los siete años, la segunda dentición. Cuando tenemos niños, hayan usado o no chupete, hayan mamado o no, y se van a dormir a los cuatro o cinco años todavía hacen chup, chup, chup, chup en la boca. En la mayor de las hambrunas el niño succionaría espontáneamente.

¿Por qué la cruzada contra la leche de vaca?

Primero, está hecha para los terneros, que tienen cuatro estómagos (van a comer pasto toda la vida) y un cerebro pequeño. Segundo, la leche humana está preparada para el desarrollo de la inteligencia. Por supuesto que un niño sobrevive con leche de vaca, pero su ingesta produce el moco: enfermedades respiratorias. Y en cuanto a las consecuencias para la vida adulta, según el Dr. Colin Campbell, la proteína de la leche de vaca es la sustancia más cancerígena a la que estamos expuestos los seres humanos. Los estudios epidemiológicos sugieren una relación entre el consumo de leche y dos tipos de cáncer: mama y próstata.

Los fabricantes de productos lácteos se les van a lanza a la yugular.

¿Quién soy yo frente a ese poder?

¿No ve nada bueno a la lecha de vaca?

Para nosotros no, para los terneros debe de ser estupenda.

Muchas mujeres sangran extrayendo leche materna con artefactos que parecen ideados por mentes de Inquisición medieval. ¿Eso no les duele a ustedes?

Pero hay que ver el estrés que vive esa mujer, el entorno, si está tranquila o no. Hay que ver qué es lo que cada mujer quiere. Yo no juzgo a nadie. Se lastiman y se mezcla la leche con sangre, sí, pero hay muchas asesoras de lactancia que sabrían abordar a la mujer en toda su dimensión emocional y no como un pecho que tiene que sacar leche con sangre. Porque si yo me siento una vaca ordeñada, me siento una porquería...

Desde | ABC
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domingo, 4 de octubre de 2009

0 comentarios 10/04/2009

Parir con derechos en Argentina

Escrito por Viviana - Categoria
A pesar de que los sectores reivindicados como pro vida suelen entrometerse en las habitaciones de niñas de 12 años embarazadas después de haber sido violadas o prometer casas a mujeres discapacitadas que quieren interrumpir un embarazo producto de un abuso sexual, la palabra vida –y la defensa de la llegada a la vida de una manera amorosa y respetada– se diluye cuando no se trata de combatir la posibilidad de abortar sino de parir de una manera libre y cuidada.

El 7 de junio fue el Día Internacional por los Derechos en el Nacimiento y el Parto Respetado. La fecha, sin embargo, no caló en la agenda sanitaria, pública, ni mediática. No hay afiches que cuenten que las mujeres tienen derecho –por ley– a parir acompañadas de su compañero, de su mamá o una amiga, a elegir la posición desde la cual poder pujar más cómodas y confiadas en sí mismas y que la peridural y la episiotomía tienen que ser decisiones de la mujer y el equipo médico, pero no procedimientos de rutina, entre otros muchos derechos.

Aunque el más elemental e incumplido de los respetos es el simple –y ausente– buen trato. La palabra de aliento que puede hacer que una mujer exhausta y asustada apele a su fuerza y confianza y dé a luz con todas las letras y todo su cuerpo. O que, por el contrario, una mujer humillada retroceda en sus pujos y quiera terminar con su parto como un mal trámite después que una enfermera le diga –como relatan miles de mujeres expuestas a las camillas de agobios en el conurbano bonaerense– “si te gustó el carozo, ahora bancate la pelusa”.

El sexo tiene que –y debe– ser un placer; el embarazo, una elección, y el parto, una parte de la vida difícil, dolorosa, intensa y gozosa. En este sentido, la Presidenta del Instituto Nacional Contra la Discriminación (Inadi), María José Lubertino, expresó: “Reclamamos el cumplimiento de la Ley nacional 25.929, que establece los derechos de las madres, los padres y los hijos/as en el proceso de nacimiento, que fue sancionada en el 2004 e incorporada al Programa Médico Obligatorio y rige los partos realizados en el ámbito público y privado, incluyendo las obras sociales y las prepagas”.

Antes del momento del parto se puede consultar en el 0800-999-2345 cuáles son los derechos de las madres, los padres y los bebés, para llegar al momento en que las mujeres están más vulnerables, al tanto de sus posibilidades y sus potencialidades. También se puede denunciar a ese mismo teléfono si alguno de sus deseos no se cumple, que es otra manera de parir el derecho a ser respetadas.

Desde | Mamás y Bebés Blog
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viernes, 2 de octubre de 2009

0 comentarios 10/02/2009

Laura Gutman: Pensemos con autonomía

Escrito por Viviana - Categoria
Los recuerdos que conservamos de nuestra infancia están configurados por las palabras con las que nuestros padres nombraron los acontecimientos. Incluso aquello que manifestábamos, habitualmente era “interpretado” por los adultos y “eso” era lo que considerábamos la “verdad”. De hecho, hoy en día nos recordamos a nosotros mismos con los adjetivos con los que nos definían mamá o papá, por ejemplo: “yo era muy llorón” (en lugar de comprender la soledad y el aislamiento en el que vivíamos), “yo era buenísima” (en lugar de describir la obligación de satisfacer a una madre infantil), “yo era pésima en la escuela” (en lugar de reconocer que nadie registraba nuestras dificultades).

Así es como se organizó el discurso del “yo engañado”, junto al personaje que nos han adosado desde nuestro nacimiento y que hemos adoptado como un disfraz que luego se convirtió en parte de nuestra piel. Acostumbrados a nombrar las cosas según el cristal a través del cual mira el individuo en quien proyectamos el saber, continuamos la vida adulta bajo el mismo sistema: el de creer que la realidad “es” según la interpretación de otro.

Asimismo, despreciamos nuestras percepciones, intuiciones y saberes originales basados en sensaciones personales, creyendo todo lo que el otro -sea quien sea ese “otro”- afirme con énfasis. Luego, somos muchos los individuos que seguimos “corrientes de pensamiento” basados en opiniones ajenas muy discutibles.

Que la gripe A es peligrosa, que se cura con Tamiflú, que hay que lavarse las manos para no contagiarse… por nombrar sólo algunas opiniones tomadas como “verdades” en Argentina, y que desde mi punto de vista (mío, es decir, ¡nadie tiene por qué creerme! si no les “suena” en el corazón) son totalmente falsas.

Claro que para pensar con autonomía, hay que estar dispuestos a pagar el precio de la “no pertenencia”. Al fin de cuentas, si aún estamos emocionalmente inmaduros, elegiremos creer lo que sea, con tal de “ser parte” del grupo.

Pero si en lugar de creer cualquier cosa ciegamente, maduramos, reconocemos que el miedo es infantil y sabemos que la verdad reside en nuestro interior, entonces asumiremos un pensamiento autónomo y libre.

Desde | Web de Laura Gutman
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